Hace dos años hice una reclamación en un viaje del Inserso a Gran Canaria, referida al hotel donde nos alojaron en unas condiciones lamentables. Este viaje lo hice con la agencia en la que llevo viajando hace un montón de años.
Este año fui a llevar mi carta como carta de petición de plazas del Inserso y me dicen que lo haga por internet... Es decir, he perdido mi condición de clienta y no tengo espacio en este lugar. Me estoy haciendo muchas preguntas, pero sobre todo estoy indignada de esta sociedad donde solo cuenta el dinero, la resignación, el silencio aceptando cualquier situación que se nos presente, aunque sea injusta. No gusta llamar a las cosas por su nombre, y cuando alguien reclama estas son las consecuencias.
Mi circulo de amistades me animan a reclamar: «Está muy bien, todo el mundo debería ser así»...
Seguiré reclamando y asumiendo las consecuencias, porque esta es mi línea de actuación. Creo que no podemos asentir ante situaciones inaceptables.
Sobran agencias de viajes en León, pero hay que saber que si queremos viajar, hay que aceptar sus condiciones.