La música: terapia para el cuerpo y el alma

C.M.
22/05/2015
 Actualizado a 01/09/2019
Compartir momentos, expresar sentimientos, crear vínculos con un grupo, escapar de la soledad, aprender normas sociales, mejorar la concentración mediante un terapeuta y la música y sus elementos (sonido, ritmo, armonía, melodía, tonos). Es la musicoterapia.

Una experiencia positiva que se está llevando a cabo en un grupo inclusivo de una pequeña asociación de padres y madres con hijos con discapacidad. Esta actividad, subvencionada por el ayuntamiento, se ha convertido en una parte muy importante de las vidas de nuestros hijos e hijas que esperan el día de la sesión con impaciencia. La música ha sido el vehículo de cohesión social para este grupo de niños y ha mejorado su calidad de vida.

Muchos ya han demostrado los beneficios de la música en el ser humano, desde el célebre neurólogo Oliver Sacks hasta Sarah Johnson, creadora de la disciplina universitaria en EEUU.

La musicoterapia es capaz de producir notables cambios a nivel fisiológico en el organismo, acelera o retrasa las principales funciones orgánicas (ritmo cerebral, circulación, respiración, digestión y metabolismo), a nivel psicológico estimula las emociones, produce sedación, facilita enormemente la expresión.

A nivel intelectual ayuda a desarrollar la capacidad de concentración, estimula la imaginación, fomenta la comunicación verbal y no verbal, facilitando el aprendizaje de habilidades sociales.

A través de la música, adquirimos recursos que nos permiten comprendernos como sujetos dentro de una estructura social más conectada con el entorno. Todo son ventajas.
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