El escritor francés Víctor Hugo, pronunció a lo largo de su vida unas cuantas frases críticas y contundentes, sobre las injusticas sociales que, ante todo, concernían a los más desfavorecidos.
Una de ellas nos decía que, entre un gobierno que lo hace mal, y un pueblo que lo consiente, hay cierta «complicidad vergonzosa» en la medida que somos consentidores degobiernos que nos ‘chulean’.
Quizás no hacemos lo suficiente por ya no mantener nuestros derechos más elementales (conseguidos trabajosamente por nuestros abuelos), sino que cada día que pasa, vemos que el actual gobierno del PP, sin ningún sonrojo, hace oídos sordos a los futuros derechos de nuestros hijos o nietos (y cuando hablo de derechos, me refiero a todos los millones de trabajadores, mayores o jóvenes que vemos como van disminuyendo).
Se nos ponen leyes mordaza que coartan la libertad de expresión o de reunión, mermas de derechos salariales (igual dentro de poco habrá que pagar por trabajar) ante la insaciable patronal, la brecha salarial entrehombres y mujeres y un larguísimo etcétera que les ahorraré, ya que lo conocemos muy bien todos.
Somos, en cierto modo, cómplices porque tenemos un arma poderosa: nuestros votos, que podemos ejercer de una manera eficaz, para dotarnos de verdad de gobiernos que miren por el interés general, y no solo de unos pocos.
En la antigüedad, a aquellos tiranos se les derribaba; ahora tenemos la voz y la palabra (inmensa lección nos dieron nuestros mayores, peleando por su futuro y el nuestro).
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