Durante años, el espacio político más disputado en España ha sido sin lugar a dudas, el centro, algo así como un cajón de sastre dónde iban a parar los votos de todos aquellos españoles que estaban asqueados, o hartos de las políticas de derechas o izquierdas.
Este espacio, durante la transición estuvo encabezado por la UCD, y posteriormente su heredero fue, Centro Democrático y Social (CDS). Ambos partidos fueron dirigidos por don Adolfo Suárez, sin lugar a dudas el único presidente que ha sabido enarbolar la bandera del centro en España, y tal vez por ello es considerado como el mejor presidente que ha tenido España.
Y con sus más y sus menos, los que otrora fuimos el centro político en España, hoy en día, o bien seguimos formando parte de las filas del PP, o bien enarbolaron en solitario la bandera del centrismo, (con más pena que gloria), y el resto simplemente se fueron a sus casas, de esta forma se oficializó la «centralidad del centro» en el Partido Popular.
Curiosamente, el encargado de integrar a CDS en el PP fue don Mariano Rajoy, en un acto que tuvo lugar en el Teatro de la Casa de Campo de Madrid. Ya en su día, y en relación a la integración de CDS en el PP, don Mariano Rajoy dijo que el PP era «heredero de CDS», y que «esa herencia está hoy en el acervo de nuestro partido y es motivo de orgullo para todos nosotros».
En las próximas elecciones, una vez más, el disputado voto de los centristas acaparará buena parte de las promesas electorales, y por muy enturbiada y crispada que esté la política en España por temas periféricos regionales, el disputado voto de los centristas será clave para la victoria, o derrota, del PP, PSOE o Cs.
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