Las tareas que tienen que llevar a cabo distan mucho de las de antaño. Ahora se han tecnificado y las máquinas se abren paso dejando atrás aquello de agacharse con la tijera en mano para llenar los cestos de racimos. El escobajo queda limpio de uva y en el suelo no cae ni una. «Recuerdo aquellas vendimias a mano en plantaciones en vaso... Esto no tiene nada que ver porque está mecanizado cien por cien, y aunque se pierde riqueza etnográfica, en beneficio hay una mayor y mejor producción», explica Urbano Seco, alcalde de Gordoncillo.
Las condiciones meteorológicas han querido que este año la vendimia se adelante unas semanas pero también han sido caprichosas en cuanto a la cantidad de lo que se recolectará. Las heladas de finales de abril y la sequía se han aliado para mermar la producción que en algunos casos prevén que sea de tan solo el 30% con respecto a la alcanzada la pasada campaña. Al entrar en la tierra se están encontrando con que la realidad es aún peor que las previsiones pero esto no interferirá en la calidad de la uva. «Las últimas precipitaciones han sido muy buenas para el ciclo de la planta para terminar la maduración. Se ha equilibrado la uva bastante en proporción de grado y acidez», explica José Manuel Fernández, gerente de Gordonzello y presidente en funciones de la DOTierra de León.
En Gordonzello han comenzado la vendimia por las seis hectáreas que tienen de la variedad albarín, una de las banderas de la denominación de origen, que siempre presumen de la «exclusividad» de sus vinos al contar con dos variedades autóctonas como son esta y el prieto picudo. La Denominación de Origen Tierra de León tiene por delante un proceso de cambio. A corto plazo deberán elegir un nuevo presidente, cargo que ostenta en funciones José Manuel Fernández. Una vez superado este tiempo de transición se avecinan nuevos retos con la finalidad de seguir creciendo y «potenciar la DO en todas sus vertientes».
Viticultura, motor de desarrollo
Convencidos e ilusionados por esta nueva etapa del consejo regulador, los viticultores y bodegueros han comenzado una vendimia más, una de las muchas tareas que se desempeñan en el sector vitivinícola por el que han apostado en localidades como Gordoncillo. «La viticultura en Gordoncillo supone la vida y el motor de desarrollo no solo para este pueblo, si no para toda la comarca. Los proyectos vitivinícolas que se han venido desarrollando desde hace 20 años son una realidad que genera trabajo y riqueza en toda la comarca», explica Urbano Seco. Lo hace siendo consciente de lo que dice y hace después memoria para remontarse dos décadas atrás, cuando en Gordoncillo resurgieron los viñedos después de que esta actividad agrícola hubiese desaparecido prácticamente al completo en la zona a pesar de que en otros tiempos era el sustento de buena parte de las familias del pueblo.
Hoy tiene hasta una feria durante el verano y el vino es de suma importancia para una población que ha puesto su nombre primitivo a botellas de prieto picudo que se venden en todo el mundo.
La vendimia ha empezado este año más temprano que nunca en la DO Tierra de León y habrá menos uva que en años anteriores, pero lo que no faltan son las ganas de seguir creciendo, de llevar los vinos de Tierra de León a las mesas de todo el mundo. Porque si algo marida bien con el sur de la provincia, eso son las ganas de luchar por la tierra y trabajar y siempre, con la mirada puesta en el futuro.