Un 'búnker' contra el covid en Aspace

La Asociación ha sido reconocida por sus buenas prácticas para frenar la pandemia

C.C.L.
24/04/2022
 Actualizado a 24/04/2022
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Cuando la incertidumbre reinaba en prácticamente todos los sectores ante la llegada de algo por entonces desconocido, en la Asociación para la Atención de las Personas Afectadas de Parálisis Cerebral y Encefalopatías Afines, Aspace León, decidieron adelantarse y convertirse en un ‘búnker’ para proteger a sus usuarios. Sus buenas prácticas en el inicio de la pandemia del Covid-19 han sido reconocidas por la mutua Egarsat a nivel nacional por las medidas preventivas y la reorganización del trabajo que se llevó a cabo en marzo de 2020 en su centro de San Cayetano, donde cuentan con residencia además de colegio y otros servicios.

La primera de las acciones se llevó a cabo una semana antes de declararse el estado de alarma y consistió en dotar al personal del centro de equipos de protección individual (EPI) que posteriormente comenzaron a escasear incluso a nivel sanitario. Además, los empleados que tenían contacto directo con los usuarios recibieron un curso de formación para reducir el riesgo de contagio, donde se abordó la colocación de los epis y las principales medidas de prevención ante el Covid-19.

Además, se pusieron en marcha protocolos de contingencia y sectorización de las instalaciones reservando una de las plantas del edificio al aislamiento de personas con síntomas de coronavirus, que fueran contactos estrechos o casos positivos confirmados.

También se llevó a cabo una importante reorganización del trabajo estableciendo turnos de doce horas para los empleados, reduciendo las horas e trabajo e implementando descansos y menos rotaciones entre los profesionales. El objetivo de la asociación fue que solo se trabajara tres días a la semana. También en esta línea, se adecuaron las instalaciones para que el personal pudiera pernoctar en el centro y evitar así posibles contagios entre sus familiares, una opción que se presentó como de carácter voluntario.
También se facultó a los profesionales técnicos, como fisioterapeutas o logopedas, a llevar a cabo la prestación de servicios que habitualmente depende de los cuidados, lo que evitó también que tuvieran que recurrir a un Erte.

Por último, se facilitó tanto a la plantilla como a los usuarios atención psicológica para reforzar el bienestar emocional de las personas. «Las acciones que llevamos a cabo durante la pandemia lograron reforzar la humanización de nuestro servicio y el trabajo en equipo, haciendo que todos nos sintiéramos unidos», destacan desde Aspace León, que ha sido reconocida junto a otras 22 entidades a nivel nacional.
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