Los ‘peques’ de Valcabado y Alija se pasan a la vendimia

El CRA les inculca esta actividad característica de esta época del año

A. Rodríguez
17/10/2022
 Actualizado a 17/10/2022
Los alumnos del CRA de Alija del Infando durante la visita a las viñas para aprender sobre la vendimia. | L.N.C.
Los alumnos del CRA de Alija del Infando durante la visita a las viñas para aprender sobre la vendimia. | L.N.C.
No hay mejor aprendizaje, que palpando el propio terreno. Y más, si te le inculcan desde bien pequeño. Una labor que intentan realizar desde el Colegio Rural Agrupado (CRA) de Alija del Infantado que aboga por una metodología lúdica, motivacional, práctica y vivencial a través de la manipulación directa del alumnado con los elementos que les rodean cotidianamente, experimentando con todos los sentidos que puedan entrar en juego para potenciar el aprendizaje de niños y niñas, ya que es la mejor forma de adquirir conocimiento.

Para ello, el alumnado de Valcabado del Páramo y el de Alija del Infantado (las dos localidades que integran este CRA), ha ido a conocer una de las actividades más características de esta época del año, la vendimia, la cual forma parte de su entorno más inmediato. Todo ello gracias a la colaboración de los vecinos y vecinas de ambos pueblos que han ofrecido su viña para que puedan aprender en el propio terreno.

Visita didáctica y práctica


En esta salida al entorno, niños y niñas han aprendido lo que es una viña, qué cuidados necesita, qué herramientas utiliza un viticultor, qué productos se obtienen de la uva y cómo es su proceso de elaboración, entre otras muchas cosas más.

Tras la visita, en la que pudieron recolectar varios racimos de uvas, los alumnos hicieron también su propio mosto en clase pisando las uvas, pudiendo observar que el producto obtenido no era igual dependiendo de la uva utilizada y que además su sabor es diferente. Para finalizar con esta actividad, el alumnado ha podido degustar el mosto obtenido, donde algunos niños y niñas repitieron hasta tres veces. Además se pudieron llevar un racimo de uvas a su casa para compartir y disfrutar en familia.

Sin lugar a dudas, una actividad en la que todos han disfrutado, tanto alumnos como maestra, además de poner su granito de arena para que este aprendizaje fuera lo más significativo posible. Es por ello que el colegio trata de abrir sus puertas al entorno cercano del alumnado y, quien sabe, si alguno apostará en el futuro por la viticultura y por quedarse a desarrollar su vida en su pueblo.
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