"La prostitución no es un problema de igualdad sino un déficit democrático"

Entrevista a la diputada leonesa y nueva secretaria de Igualdad del PSOE, Andrea Fernández

David Rubio / Alfonso Martínez
31/10/2021
 Actualizado a 02/11/2021
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La diputada leonesa Andrea Fernández es la nueva secretaria de Igualdad del PSOE, cargo en el que sucede a la que fuese hasta hace unos meses vicepresidenta primera del Gobierno, Carmen Calvo. En esta entrevista explica los principales objetivos de esta nueva etapa y cómo recibió la noticia de que se iba a convertir en la ‘número 4’ del partido, formando parte del núcleo de máxima confianza del líder de los socialistas y presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.

– ¿Qué ha supuesto para usted el nombramiento como secretaria de Igualdad en la Ejecutiva Federal del PSOE? ¿Lo esperaba? ¿Le pilló por sorpresa?
– Fue completamente por sorpresa. Es verdad que a lo largo de la semana, y especialmente el fin de semana, mi nombre empezaba a sonar como candidata a la Ejecutiva Federal, pero nadie me había dicho nada concreto. Fue tremendo recibir la llamada el sábado por la noche para anunciarme que al día siguiente entraría en la Ejecutiva Federal. Y encima como número cuatro. Para mí fue un shock terrible, llamé a mis padres supercontenta e ilusionada, pero no me lo esperaba en absoluto.

– ¿Siente un poco de vértigo ante un ascenso tan meteórico como el que está experimentando su carrera política?
– Lo afronto con muchísima responsabilidad, aunque hasta cierto punto supone un agobio, porque es verdad que es un ascenso muy rápido y eso genera mucha responsabilidad y mucha presión. Pero estoy muy contenta, muy orgullosa. Yo siempre intento trabajar con la mayor seriedad posible y es lo que voy a intentar seguir haciendo, porque ha sido un poco mi aval, trabajar e intentar hacerlo bien, con mis aciertos y mis errores, pero trabajando y llevando la presión, que por supuesto es mucha.

– ¿Tiene miedo a que ese ascenso tan rápido pueda despertar ciertos recelos en algunos sectores del PSOE de León?
– He recibido muchísimo cariño por parte de los compañeros de la provincia, de Castilla y León y del resto de España. Me he sentido muy arropada y me ha dado la sensación de que tengo mucho apoyo para llevar a cabo esta tarea. En cualquier caso, yo me tengo que ganar el puesto, igual que tuve que hacerlo cuando fui elegida diputada con 26 años. Entiendo la exigencia y entendería que hubiera gente que dijese que ahora tengo que demostrarlo, porque efectivamente es así. Dentro de que he recibido muchísimo cariño, entiendo incluso que esa crítica se pudiera producir, porque por supuesto que me tengo que ganar el espacio y tengo que ser seria y trabajar.

Entiendo que mi nuevo puesto pueda despertar recelos en el partido. Sé que me lo tengo que ganar– No tiene experiencia de anteriores legislaturas pero, por lo que le cuentan en el Congreso, ¿hubo tanta crispación como ahora en algún momento?
– Es verdad que la gente que lleva más tiempo allí ahora mismo resalta que la crispación es mayor. Yo creo que eso se debe en gran parte a la presencia de Vox, porque son los que más jaleo suelen provocar en los plenos, pero también tengo una visión… No diría distinta, pero lo que suele publicarse en los medios de comunicación corresponde a la media hora de la sesión de control, que es los miércoles por la mañana y el pleno dura una semana. Normalmente, los que somos diputados rasos, que no somos ministros, ni el presidente, ni portavoces de los grupos solemos trabajar con bastante normalidad, solemos llegar a acuerdos y la producción legislativa lo demuestra. Sí que es verdad que esa crispación en la primera línea se produce, pero luego hay mucho trabajo de batalla que se lleva a cabo con el PP o con Podemos de una manera bastante pragmática. Es cierto que esa crispación existe, pero también hay mucho trabajo que no se ve y que se desarrolla con mucha normalidad.

– Muchos de sus tuits generan tormentas en la red de apoyo y de haters. Sufre constantes ataques de manadas virtuales. ¿Cómo se aprende a gestionar eso?
– Al principio se me hizo muy duro. Era complicado. No fue fácil. Ese trago fue bastante complicado, pero le he ido cogiendo la utilidad, intente sacar lo positivo de todo ello y ahora lo gestiono con bastante naturalidad. Incluso si hay alguna bronca, lo asumo con bastante normalidad y lo llevo bien. Creo que las redes sociales son una herramienta muy positiva, a mí me han dado muchas oportunidades y mi experiencia general es buena. También está bien recibir la crítica, los insultos y demás, obviarlos y quedarse con lo bueno, con lo útil, con las oportunidades que ofrece al tener la posibilidad de opinar. Es positivo.

– En el mismo congreso en el que se conoció ese nombramiento, Pedro Sánchez anunció que el PSOE va a abolir la prostitución en España, una postura que usted siempre ha mantenido públicamente. ¿Será ese a partir de ahora su principal caballo de batalla?
– Es cierto que es uno de los principales mandatos de la ponencia del 40 congreso del PSOE. Más allá de mi propia voluntad y de que el PSOE siempre ha sido abolicionista, en el 40 congreso nos hemos puesto como objetivo material abolir la prostitución. Más allá de mi propio compromiso, el del PSOE es muy claro en este sentido. Además, para mí es uno de los grandes temas que yo ambicioné trabajar en esta legislatura cuando me eligieron como diputada. Y por supuesto que lo voy a intentar hacer y vamos a intentar promover una legislación que esté encaminada a abolir la prostitución. Además, yo creo que es una demanda social general. Ya no hay un debate acerca de si la prostitución está bien o mal. Creo que es una lacra sobre la que no existen datos exactos, pero se calcula que afecta aproximadamente a 400.000 personas. No puede haber en un país democrático una situación como esta. No puede ser que España sea uno de los países donde más prostitución se consume en Europa. No es un problema de igualdad, es un déficit democrático que tenemos que solucionar.

– Pero en este asunto, como en casi todos, hay posturas muy enfrentadas. Por un lado, algunas prostitutas han salido a la calle para decir que no se pueden tomar decisiones que afecten a su trabajo son contar con su opinión. Y, de otra parte, hay un debate entre quienes quieren abolir la prostitución y quienes apuestan por regularizarla. ¿Cuál es su opinión al respecto?
– Yo soy claramente abolicionista. Creo que todas las posturas en cualquier tema son respetables. Existen asociaciones de prostitutas o de personas dedicadas de alguna manera a la prostitución que abogan por tesis regulacionistas. Pero también existe otro grupo muy grande de mujeres, como Amelia Tiganus, que visitado recientemente en León, que han estado incluidas en redes de trata y que tienen un relato absolutamente aterrador. Creo que hay que acudir a la realidad estructural y, aunque pueda haber personas que individualmente puedan considerar que esto es positivo, la realidad estructural es aplastante. Es una realidad que está absolutamente vinculada a la esclavitud y a las redes del crimen. Que tenemos que atacar eso es una cuestión de democracia. No podemos tener esclavos en un país libre, en un país democrático. Es incompatible con nuestro estado de derecho. La realidad estructural es esa y es la que tenemos que atacar. La abolición no plantea solo tesis prohibicionistas, sino que vamos a dar solución a la vida de estas mujeres y vamos a centrarnos en los hombres que acuden a la prostitución y sobre todo en las personas que están dedicadas a la trata de seres humanos. Ahí tiene que estar el foco, en la salida existencial y en quienes acuden a la prostitución y en quienes se benefician de ella.

Las redes sociales son una herramienta positiva. Hay que quedarse con lo bueno y olvidar insultos y demás– Establecer diferencias entre la forma de entender la igualdad de los dos socios de Gobierno puede ser uno de los grandes retos para usted a partir de ahora. Y más en un momento de tensión entre ambos. ¿Qué asemeja y qué diferencia la igualdad por la lucha el PSOE de la que se promulga desde Unidas Podemos?
– En cuanto a los debates que han existido en el seno del Gobierno, se quedan en el seno del Gobierno. Además, la ponencia del 40 congreso del PSOE ha recogido posturas que aúnan las posiciones comunes de nuestro partido. Mi cometido inicial va a defender esa postura que hoy ya es común. En el PSOE este debate se ha cerrado, se ha cerrado bastante bien y por tanto mi posición va a ser defender esto y centrarnos en lo que viene. Creo que está cerrado y solucionado. Dicho lo cual, sí que creo que las diferencias fundamentales entre el PSOE y Unidas Podemos en materia de igualdad es que nosotros hacemos políticas públicas a nivel territorial, en las comunidades autónomas y en muchos municipios. El PSOE aúna una experiencia de gestión que va más mucho allá de lo puramente filosófico o de lo puramente ministerial. Y creo que esa experiencia hay que aprovecharla, porque el PSOE es quien está en los territorios, quien está gestionando y quien está desarrollando políticas públicas que de verdad transforman la vida de la gente y tienen incidencia en la vida de las mujeres. Es una línea de trabajo fundamental que quiero desarrollar, centrarnos en las políticas públicas que estamos llevando a cabo, promocionarlas, aprender de ellas y ponerlas en común. Queremos trabajar en esa clave, trabajar en equipo y trabajar en común con los territorios, porque creo que hay un conocimiento que tenemos que aprovechar.

– Pero todo a punta a que Unidas Podemos va a seguir intentando hacer ver que son mucho más feministas que ustedes…
– Si eso pasa, mi concepto de la política es el consenso y el trabajo en común, así que yo intentaré trabajar con Unidas Podemos en la medida en que nuestras áreas se toquen. Intentaré que ese trabajo lo podamos llevar a cabo de la mejor manera posible. Sin ir más lejos, yo soy ponente de la Ley de Libertad Sexual en el Congreso de los Diputados y estamos trabajando en común. Y esa va a ser mi línea. Si Unidas Podemos tomase esa postura, que no creo que vaya a ser así, allá cada uno. Desde luego que yo no voy a pelearme por ese tipo de cuestiones, porque tengo mucho trabajo por delante.

– ¿Qué otros retos se marca a la hora de afrontar ese trabajo? ¿Con qué estaría satisfecha cuando termine esta etapa?
– Me gustaría sacar la ley del ‘solo sí es sí’,de la que que soy ponente en el Congreso de los Diputados. Y me gustaría sacar adelante la legislación en materia de abolición de la prostitución. Eso a nivel institucional. En el partido, a nivel orgánico, potenciar toda la política pública que se está llevando a cabo en los territorios en materia de igualdad y hacer una revisión en lo que tiene que ver con la participación, el liderazgo y el poder de las mujeres dentro del PSOE. Acabo de llegar, pero a bote pronto esas son mis líneas que llevo fijadas para mi trabajo.

– En alguna ocasión usted ha escrito sobre su desconfianza a considerar la unidad «como un valor». Y eso es algo que cambia de la política nacional a la provincial, donde estamos escuchando constantemente llamadas a la unidad…
– Creo que es una cuestión de concepto. Cuando yo hablo de la unidad como un valor, me refiero a lo que tiene que ver con el trabajo en la política pública, en el Congreso de los Diputados y en los gobiernos, porque creo que las discrepancias son buenas, el debate es bueno y es sano que cada uno tenga su punto de vista, porque eso es la democracia. En la provincia, cuando hablamos de unidad, nos referimos a un trabajo fuerte que tiene que ver con el PSOE para que trabajemos todos en la misma dirección. Creo que es muy positivo y está muy bien.

Nuestra lucha contra la prostitución se va a centrar en quienes la consumen y en quienes se enriquecen– ¿Se presta suficiente atención a la violencia de género en el medio rural?¿Cómo va a fomentar las políticas de igualdad en nuestros pueblos?
– Como comentaba antes, uno de los objetivos es poner en valor el trabajo que se está haciendo en los territorios. Donde gobierna el PSOE tenemos consejeras, directoras generales y demás. Creo que en estos territorios se está haciendo un buen trabajo, sobre todo en Castilla-La Mancha, por ejemplo. Son administraciones desde las que se está trabajando con las mujeres en los pueblos en materia de violencia de género. Como diputada de provincias, a veces tenemos la sensación de que el feminismo y la igualdad están muy centrados en mujeres jóvenes y a veces da la sensación de que las paisanas de los pueblos no están. Entre mis objetivos dentro de ese plan para promocionar las políticas públicas en comunidades y ayuntamientos está hacer justicia con este tema, porque estoy de acuerdo en que tenemos un problema hasta de visibilización. Hay realidades alternativas. Hay mujeres en el medio rural. Hay trabajos precarizados en el medio rural y todo ello y está entre mis grandes luchas porque fundamentalmente es lo que yo he vivido y lo que yo he podido aportar.

– Pero eso pasa también en el plano institucional, porque se habla por ejemplo de la unidad de la Mesa por León, donde tienen que unirse todas las administraciones…
– Pero en cuestiones como esta nos referimos a la misma dirección de trabajo. No es que en la Mesa por León no se puedan hacer diferentes planteamientos. Esto es aplicable a la Mesa por León o a las discrepancias que puedan surgir en la provincia. Es bueno que existan esas discrepancias, pero por supuesto estoy de acuerdo en que el trabajo tiene que ser en una sola dirección. Que previamente en esos órganos exista debate es algo que nos beneficia a todos y mejora el trabajo.

– En la Mesa por León hay mayoritariamente hombres…
– Ya. Sí, evidentemente yo soy crítica con eso. No tengo ningún problema en decirlo. Creo que la mitad de la población no puede estar excluida de ningún tipo de órgano de participación pública. Creo que es un déficit, trabajamos por corregirlo y creo que mejorará, porque el compromiso del PSOE de León en ese sentido es claro. Pero evidentemente es un camino en el que estamos y ojalá hubiera muchas más mujeres en la Mesa por León y en todas partes.

– Usted fue elegida diputada con los votos de los leoneses. ¿En qué va a beneficiar a esta provincia su nuevo cargo de responsabilidad dentro del partido? ¿Puede restarle tiempo a la hora de trabajar por los proyectos que León tiene pendientes? ¿O puede ayudarle al estar más cerca ahora del presidente?
– Creo que es positivo. Al fin y al cabo, he ganado una posición que me permite tener más influencia tanto dentro de mi partido como en los órganos de trabajo y creo que eso puede redundar positivamente en la provincia. Al final, yo me siento todos los lunes con varias ministras y con el presidente del Gobierno y ese trabajo yo lo pongo al servicio de mi provincia, porque es por donde yo soy diputada, es mi tierra y es el sitio que más me duele y que yo más quiero. Todo ese trabajo está puesto al servicio de la provincia. Creo que puede ser positivo.

– ¿Cómo valora los presupuestos Generales del Estado del año que viene para la provincia de León?
– Suben más de un 60% las inversiones. La apuesta del Gobierno por León es positiva. Estamos ante un cambio de paradigma total. Estamos en un momento de mucho cambio, de mucha transición y creo que el Gobierno está apostando por León con su presupuesto y con los fondos europeos. Ahí están los ejemplos del Incibe o la Ciuden. Son cifras muy buenas. El compromiso del Gobierno con León es claro y creo que los presupuestos son positivos y van a conseguir que podamos salir adelante después de la desindustrialización que hemos sufrido.
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