Las mediciones realizadas por los miembros del grupo de investigación 'Atmosenv' de la ULE, entre febrero de 2016 y de 2017, sobre la evolución seguida por León en las dos décadas anteriores en lo que a concentración de contaminantes se refiere mostraron un "claro descenso". Un motivo de celebración que para Del Blanco Alegre estaría motivado por la aplicación de la directriz europea 2008/50, la cual obligaba a diversas actuaciones para lograr una atmósfera más limpia "que se han visto reflejadas en la práctica". "Han descendido los valores relativos al dióxido de azufre, influenciados por la quema del carbón, y también la concentración de PM10, que son partículas inferiores a diez micras. Podemos decir que la calidad del aire en León ha mejorado sustancialmente en los últimos 20 años", valora a este periódico el investigador del Campus de Vegazana.
Dentro del estudio realizado, Del Blanco Alegre también ha analizado los "eventos extremos" en los que se dieron las máximas concentraciones en León. Estas habrían sido provocadas por intrusiones saharianas con masas de aire de polvo del desierto y por incendios forestales. En este sentido, el investigador pone como ejemplo los penachos de los incendios forestales que azotaron a Portugal en 2016 y 2017. "Las cenizas llegaron a León, que se quedó todo como que fuera de noche", recuerda este joven leonés premiado por la Fundación Carolina Rodríguez.
El efecto de la despoblación
La evolución favorable de León en lo que a calidad del aire se refiere también está motivada, según explica Del Blanco Alegre, por los efectos derivados de la despoblación. "La mejora que se ha podido ver en este tiempo también ha sido provocada por la pérdida de población y el envejecimiento generalizado. La crisis de la poca industria que tenemos ha hecho que también se contamine menos", valora el investigador.
Entre estos motivos que están detrás de la evolución favorable también se encuentra el hecho de que los vehículos cada vez emitan menos partículas contaminantes. "Las emisiones de hace 15 años eran mucho más contaminantes que las de ahora. No tienen nada que ver", considera Del Blanco Alegre.
Del mismo modo, este investigador de la ULE matiza que el fenómeno de que la contaminación haya disminuido se ha visto en toda Europa y que no es una situación que se viva de forma especial en la provincia leonesa. "En León se mantienen calefacciones de carbón, aunque la mayoría ya están cambiando a biomasa o gas. En el 2017, un seis por ciento de las calefacciones todavía eran de carbón en León y eso se nota. En líneas generales, se puede decir que la contaminación ha disminuido pero podría disminuir mucho más", concluye este joven leonés.