Espinas del Hijo, pendientes de la Madre

Nuestra Señora del Mercado es una de las vírgenes más veneradas en León, una fe que ha sido capaz de mover historias y que marca estos días el inicio de la Pasión

T.G.
03/04/2022
 Actualizado a 03/04/2022
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Con Nuestra Señora del Mercado, antigua del Camino, empieza todo. Con ella arrancan los días de Pasión en la capital leonesa, pues su procesión del Viernes de Dolores es la antesala de las muchas que se suceden en la posterior Semana Santa. Es una de las vírgenes más veneradas en la capital leonesa y muestra de ello son las cinco misas diarias con lleno total que se celebran estos días con motivo de su novena. En las de este domingo darán a adorar a los fieles dos sagradas espinas de la corona de Jesucristo que custodian en la Iglesia del Mercado desde mediados del siglo XIX, una de las muchas historias que rodean a esta imagen, como la de las joyas y el manto que la Reina Isabel II le regaló.

Las sagradas espinas llegaron a León a finales del siglo XII donadas por el papa Celestino III al Monasterio de San Claudio antes de serlo. Siendo el cardenal Jacinto viajó a León «con motivo de la exhumación de los restos de tres de los hijos de San Marcelo y Santa Nonia. Exactamente, Claudio, Lupercio y Victorico», tal y como ha expuesto Julio Cayón en un artículo publicado en estas mismas páginas. Este explica que las espinas fueron la contraprestación a llevarse a Roma la cabeza de Victorico. Tras muchos avatares, llegando incluso a estar enterradas en la huerta del Convento de las Agustinas Recoletas (hoy ya desaparecido pero ubicado en su día en lo que es ahora el Parque del Cid), fueron cedidas a la Iglesia del Mercado en 1858 por el obispo Joaquín Barbajero de quien conservan la documentación de la entrega, según muestra el párroco de la Iglesia del Mercado, Manuel Flaker. El sacerdote relata con todo detalle la historia de las espinas, guardadas en un viril de plata dorada. «En una crónica del Monasterio de San Claudio hay un detalle curioso. Que un monje benedictino sacristán en algún momento como que dudaba de la veracidad de estas espinas. Total, que recoge la crónica del Monasterio que estas exudaron sangre y es verdad que tienen unas manchas oscuras», explica Flaker con ellas en la mano haciendo también referencia a su gran tamaño. «La costumbre del Monasterio era ponerlas a la adoración pública el Domingo de Pasión, así se expone en la carta del Obispo y en la Iglesia del Mercado se mantiene a día de hoy esa costumbre», incide el párroco.

De las espinas del Hijo, a los pendientes de la Madre. El templo que da a las calles Puerta Moneda y Herreros, en el corazón empedrado de la ciudad, custodian también historias imbricadas en la de España que alimentan, aún más si cabe, el patrimonio espiritual de esta Iglesia y el de su venerada Virgen. Es el caso de los vínculos que guarda con la reina Isabel II de España, que rindió honores a la también conocida como la Morenica en una visita al templo en la mañana del 28 de julio de 1858. Fue entonces cuando donó a la Virgen del Mercado un broche de diamantes engastados en oro y unos pendientes de zafiro engastados en platino, dos joyas que atesoran con mimo en la citada parroquia y que luce cada año el Viernes de Dolores la Virgen en una procesión que, en palabras de Flaker, «es muy del pueblo». Este señala el «gran valor patrimonial e histórico» de estas joyas que se guardan durante todo el año en una caja fuerte de un banco. De hecho, hace referencia a que el valor de los pendientes era de 6.000 reales de plata y el broche, 12.000.

Meses antes de entregar estas joyas en una parada en la ciudad enmarcada en un viaje a Asturias, la Casa Real española había donado también un manto a la Virgen del Mercado en nombre de la reina y de su esposo don Francisco de Asís.

Son estas, y muchas otras, las historias que rodean a la Morenica que cuenta con una legión de devotos en la capital leonesa y cuya novena es el prolegómeno a unas fechas que se viven con intensidad en la Iglesia del Mercado. Su puerta es Camino de Santiago y el lugar en el que en la ciudad de León comienza la Pasión con un fervor siempre renovado que lleva dos años esperando para salir otra vez a unas calles que volverán a quedar pequeñas por la grandeza de la fe de los leoneses hacia ella, la Virgen del Mercado, con la que en este 2022 volverá a empezar todo.
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