Nace 'Bierzo de mandana' o cuando la solidaridad vuelve a casa

La nueva ONG abre las puertas a un proyecto solidario de educación a través del deporte que Ousmani Traore quiere llevar a Féréni, la aldea desde donde un día soñó con Europa

Mar Iglesias
07/11/2018
 Actualizado a 17/09/2019
Presentación del programa solidario en el Bierzo Fitness Mamba Gym. | M.I.
Presentación del programa solidario en el Bierzo Fitness Mamba Gym. | M.I.
Riad, de la Asociación Laboratorio Experimental de Desarrollo Social, Lexdes tiene claro que el círculo se cierra cuando quien busca sobrevivir en otro país, vuelve a casa para ayudar a los que se quedaron «el modelo que recibe lo repite allí y eso es lo que hace que sirva todo lo que se invierte en ayudarles», explica. En Ponferrada, el círculo lo quiere cerrar Ousmani Traore, el chico deportista de 24 años que hace diez cogió la camiseta de Fernando Torres que su hermano le había regalado cuando intentó mejorar su vida en Mauritania y se subió a una barca de madera para solventar las aguas del mar desde su aldea natal de Féréni y hacer que su sueño europeo se cumpliera.

Aquella camiseta, que era un símbolo para él, se quedó en el desembarco al pisar España, pero no el sueño con el que llegó a Ponferrada. Buscaba trabajo, ese era el sueño y casi la doctrina, y las oportunidades se iban cerrando al paso de los meses. Sus expectativas también lo hacían, hasta el punto, recuerda, de estar al borde de volver a coger el barco y regresar, con la cabeza baja, a casa «era un fracaso para mí», dice.

El proyecto incluye la construcción de una escuela a través del deporte, que supondrá unos 10.000 €En ese momento, recuerda una mano, la de Diego Vázquez y su hermano Álex, gerentes del gimnasio Bierzo Fitness Mamba Gym, que le ofrecieron la oportunidad de trabajar con ellos en los campamentos de verano. Traore entrenaba capoeira en el centro y desde entonces ha sido uno más, ahora también un ponferradino más, «mi hijo moreno», dice Diego Vázquez.

Hace dos años Ousmani volvió a Féréni con la esperanza puesta en el paso de los años. Es un pueblo que vive de la agricultura y la ganadería, pequeño, de unos 800 habitantes y con muchos problemas «uno de ellos es el hambre, pero no es el único. Allí no hay formación. En la escuela recuerdo que nos pegaban y nosotros queremos resolver eso». El niño volvía como hombre y esperaba que los avances también se hubieran producido en casa, pero vio lo mismo que dejó, con más edad, pero con las necesidades intactas. Fue entonces cuando alguien pronunció, en su idioma mauritano ‘de mandana’ (solidaridad) y comenzó a moverse un gran proyecto que adoptó esas palabras como apellido y decidió llamarse Bierzo.

Como ONG, ha diseñado un amplio proyecto articulado a lo largo de dos años, que tiene como objetivo fundamental abrir una escuela de educación a través del deporte en Féréni. A lo largo de este año, ‘Bierzo de mandana’ espera conseguir dar a conocer el proyecto y recaudar lo necesario para gestar el primer viaje a la zona y ejecutar la obra «por eso necesitamos el apoyo de todos».

Diego Vázquez asegura que realizar una escuela allí solo requiere unos 10.000 euros, por lo que considera que las previsiones de dos años se acortarán con la solidaridad berciana que los proyectos que han empujado siempre consiguen con creces.

Lo hizo con el de Marta Casado 2020, la joven que necesitaba una prótesis adecuada para poder entrenar y convertirse en olímpica, después de que un cáncer sentenciara una de sus piernas«en escasos seis meses se consiguieron 30.000 euros», aplaude.

‘Bierzo de mandana’ comienza con 160 euros recaudados de un evento deportivo y espera realizar muchos más además de otro tipo de actividades para conseguir el presupuesto necesario para la escuela. Pero además, el gimnasio recoge juguetes y ropa para llevar a la población cuna de Ousmani «y todo eso lo vamos a llevar nosotros».

«Todo les servirá porque los niños están en las calles buscándose la vida. Como yo que con 9 años dejé de estudiar y me escapé del pueblo para eso, buscarme la vida», recuerda Ousmani.Su hermano llevará el proyecto allí y el primer cargamento que ya tienen previsto, esperan que lo lleve él en furgoneta, como un símbolo especial, aunque sean cuatro días de viaje de ida y otros cuatro de vuelta.

El gimnasio recoge todo el material de ayuda, como ha hecho Álex Vázquez, en años anteriores para familias bercianas necesitadas. Este año, la mitad de esas donaciones que gestiona se irán también a Mauritania.Al final de ‘Bierzo de mandana’, la odisea del joven Ousmani y su regreso a casa para ofrecer la solidaridad que él recibió y que no deja de agradecer, puede convertirse en un libro como guinda del proyecto.
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