Moda pasajera con huella permanente y pandemias como vía de mejoras

Cuatro alumnos del CPR Plurilingüe María Auxiliadora - Salesianos de Ourense realizaron sendos trabajo para el IV Congreso Jóvenes Expertos organizado por la Fundación Ciudad de la Energía (Ciuden), la Universidad de León y el Centro Asociado de la Uned en la capital berciana

Sara Pérez e Iria Fernández/ Daniel Penas e Iván Paredes
21/05/2023
 Actualizado a 21/05/2023
Entrada de los alumnos ourensanos en el Congreso.
Entrada de los alumnos ourensanos en el Congreso.
Desde hace cuatro años, La Fábrica de Luz, la Fundación Ciudad de la Energía (CIUDEN), la Universidad de León y el Centro Asociado UNED Ponferrada se unen  el 14 de febrero, Día Mundial de la Energía para apadrinar el Congreso de Jóvenes Expertos. Esta vez ha sido la edición con mayor participación. En total, 20 comunicaciones realizadas por 39 ponentes de siete centros, uno de Andalucía, tres de Castilla y León y tres de Galicia. El IES Getares de Algeciras; el Colegio La Asunción y el Colegio Diocesano San Ignacio de Ponferrada; el IESO Puente de Domingo Flórez; el IES Martaguisela de O Barco de Valdeorras; el CPR Plurilingüe María Auxiliadora – Salesianos de Ourense y el IES Carlos Casares de Viana do Bolo se dieron cita en este encuentro, en el que las ponencias se centraron en el Objetivo 12 (ODS 12). Consumo responsable y sostenibilidad. Estas fueron sus aportaciones.

La fabricación de las prendas conlleva el uso de una gran cantidad de agua. La industria de la moda es el segundo consumidor más grande del suministro de agua.Usa 93.000 millones de m3 de agua cada año. Es la responsable del 20% del desperdicio total del agua a nivel global.

Explotación de recursos forestales, hídricos y terrestres para la producción de algodón, lana o piel. Para la confección de un vaquero, por ejemplo, se gastan unos 10.800 litros, mientras que para una camisa, 1.500.
El ciclo de vida de la ropa, desde su producción hasta que la dejamos de usar va dejando una huella permanente, en la contaminación del agua, del aire y del medio terrestre.

A través de los tintes y los productos de acabado, es responsable de aproximadamente el 20 % de la contaminación mundial de agua potable. El lavado de materiales sintéticos, genera cada año unos 0,5 millones de toneladas de microfibras que acaban en los océanos.

La producción de ropa y calzado produce el 8% de los gases de efecto invernadero. Cada segundo se quema una cantidad de textiles equivalente a un camión de basura.

Desde 1996, la ropa comprada en la UE por persona ha aumentado un 40 %. Cada europeo adquiere 26 kg y se desprende de 11 kg cada año. La ropa usada puede exportarse, pero el 87% es incinerada o depositada en vertederos. A nivel mundial, menos del 1 % de la ropa se recicla.

En cuanto al impacto socioeconómico que ello tiene, el 25% del total de pesticidas que se usan en el algodón son peligrosos para el humano, afectando a la salud de los trabajadores. Trabajos de 14 -16 horas diarias, muchas veces a puerta cerrada. Los sueldos son algo menos de 80 euros al mes de media, menos de 4 euros al día, por jornadas que superan las 10 horas diarias. La inmensa mayoría de trabajadores en estas condiciones son mujeres.

Alternativas: moda sostenible

La moda sostenible tiene como objetivo crear un sistema de producción ecológico y socialmente responsable. Uso de otras materias primas diferentes al algodón y las fibras sintéticas, como fibras vegetales. Mayor gestión ambiental; leyes, reducción de las emisiones. Campañas que promuevan la moda sostenible.

Tú puedes ser parte del cambio comprando menos ropa y de mejor calidad, o comprando ropa de segunda mano. También donando la que no quieras o reciclándola. «Promociona y ten en cuenta el comercio local. Elige fibras orgánicas y fibras naturales que no requieran la producción de productos químicos.Elige fibras con bajo consumo de agua como lino, fibras recicladas, etc.», son algunos de los consejos por la sostenibilidad.

La pandemia, vía de mejora

En la última ponencia, una investigación de Daniel Penas Lorenzo e Iván Paredes Bóveda quisieron desplegar una reflexión interesante bajo el título: «Pandemias como vía de mejoras» para resaltar un aspecto positivo del covid: la reducción de las emisiones de CO2 a la atmósfera, apuntaron.

Según los estudios que presentaron los alumnos hubo un descenso global del 5,6 %.Pero además, en su investigación, los jóvenes localizaron datos referidos al uso de materias primas como el carbón, que cayó un 8 %, o el consumo de petróleo, que sufrió una merma de un 5 %.Pese a todo, aunque reconocen que esa realidad es fruto del frenazo económico, los alumnos encontraron que no se redujo todo el consumo energético, ya que, según destacaron, subió un 1,5 % la producción de energías renovables.
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