Mejora del saneamiento en 44 calles de León con 4,6 millones

El alcalde de León, José Antonio Diez, y el gerente de la Mancomunidad de Saneamiento de León y su Alfoz (Saleal), Pedro González, presentaron este viernes las actuaciones que este organismo va a llevar a cabo en la capital a lo largo del presente años. Se trata de una inversión de 4,6 millones de euros en mejorar la red de saneamiento de la ciudad y en posterior renovación del asfalto de las calles en las que está previsto actuar. La previsión incluye un total de 44 intervenciones en 17 barrios y pedanías y la instalación de 11 kilómetros de nuevas canalizaciones para llevar las aguas residuales hasta la depuradora de la capital.

El regidor ha concretado que serán más de 60.000 los metros cuadrados de asfalto que se va a renovar en 40 calles (las otras cuatro actuaciones corresponden a espacios verdes o de otra índole) en las que se van a renovar las canalizaciones del saneamiento. «Es casi como el plan de asfaltado que presentábamos esta semana y que afectará este año a un total de 43 calles y más de 53.000 metros cuadrados de superficie. Por eso consideramos que este ambicioso plan se complementará con las intervenciones de urbanización que se llevarán a cabo como complemento de la mejora y ampliación de la red de saneamiento», agregó Diez antes de concretar que todas estas obras están adjudicadas y se ejecutarán a lo largo de este año.

Las nuevas canalizaciones –que tienen una vida útil de 50 años y se pretende que nunca sobrepasen ese tiempo sin ser renovadas– tendrán una longitud de 11.277 y sus diámetros oscilarán entre los 200 hasta y los 1.200 milímetros. El objetivo es garantizar la seguridad en el saneamiento y velar de esta manera por la calidad en las aguas que se vierten a los ríos Bernesga y Torío después de ser depuradas.

En este sentido, el gerente de Saleal detalló que se persigue es asegurar la salubridad del entorno urbano al conducir las aguas sucias generadas por la actividad humana e industrial hasta su punto de tratamiento, la Edar, previamente a su vertido al río Bernesga, una vez tratadas adecuadamente, y la evacuación de los caudales de lluvia generados por aguaceros de diversa intensidad que pudieran provocar daños a las infraestructuras urbanas para mejorar la calidad de los ríos Bernesga y Torío.

El paso de los años ha deteriorado el estado de los materiales de los conductos, provocando roturas, oquedades o filtraciones que penalizan la capacidad de los mismos para conducir los caudales necesarios. Por ello las intervenciones de renovación se han centrado fundamentalmente en aquellos barrios con redes más antiguas.

Además el crecimiento de la población, el desarrollo urbanístico de la ciudad también obliga en ocasiones al aumento de la capacidad de los conductos puesto que han de soportar caudales superiores para los que inicialmente habían sido dimensionados.