"Me quedé calvo de tanto trabajar"

Baltasar Fernández tiene 91 años y ahora desde la residencia Virgen del Camino recuerda las muchas labores que tuvo que desempeñar para ganarse la vida

Sergio Jorge / Saúl Arén
22/07/2019
 Actualizado a 18/09/2019
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Cuando Baltasar Fernández empezó a trabajar en la tejera de sus padres en Destriana seguro que no sabía que su vida iba a ser un trasiego por diferentes labores que incluso le llevaron a Francia, donde estuvo nueve años hasta que decidió volver a León. Tejas, uvas, ropa sucia, pasteles... todo valía para ganar lo suficiente para vivir en esos tiempos en los que pensar en algo más que en el mañana era difícil de comprender. Ahora rememora una vida dura en la residencia Virgen del Camino de la capital leonesa, donde se puede dedicar a lo que le gusta, como leer e incluso componer poesía porque, ahora sí, tiene tiempo. «Me quedé calvo de tanto trabajar», asegura no sin cierta sorna. Y eso que todo «se cortó en 2013», cuando falleció su mujer. Aun así, mantiene su optimismo, su alegría, y anima «a moverse, a hacer algo».
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