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Más Fairy y menos carillas

08/03/2020
 Actualizado a 08/03/2020
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¡Tranquilos! ¡Que la serenidad sea nuestra enseña y Sanidad nuestro faro! No les queda otra, si, como yo, de prevención epidemiológica no tienen ni puñetera idea, pero saben evitar el lenguaje sexista con la maestría de Cristina Morales.

A mí no me parece nada mal cómo se está gestionando el tema en España. El hombre ese Simón transmite tranquilidad, información hay a espuertas y las recomendaciones están claras. Más lejos no puede llegar la ciencia tan pronto (el virus seguro que sí podría haberlo hecho) y demasiado rápido va con la investigación del personaje del año, de nombre Covid19.

Que los profesionales sanitarios no cuenten con suficientes recursos profilácticos y los medios de comunicación le den portadas durante dos semanas seguidas al asunto me repatea. Pero yo estoy tranquilo, insisto, porque sigo la recomendación más repetida hasta la fecha: lavarse lasmanos con frecuencia. Y no me ando con chiquitas, siempre que puedo lo hago con lavavajillas. No solo palmas y dorso, sino hasta el codo, como los cirujanos antes de intervenir.

¿Qué con qué lavavajillas? Con Fairy, por supuesto. Cuando las cosas se ponen morrocotudas, los experimentos con gaseosa y el Mistol para los simulacros. Son muchos años tirando de nanas para fregar bandejas de horno y copas de vino como para no saber qué funciona y qué no.

A los que no les guste la espuma siempre pueden seguir usando el producto ese de limpieza en seco. Del que, informo para los que lo prefieran, no hay desabastecimiento.

Sí puede que lo haya de mascarillas (no confundir con el lema odontológico ‘¡Más carillas!’) habiendo crecido la demanda todo un bizarro 20.000%. Pero qué más da. Si lo único que van a conseguir portándola es que gente como yo les trate como apestados. Para los que aun así maten por una mascarilla les regalo la que me dieron el otro día en Tacones Manoli. No se inquieten, lleva los orificios de la nariz descubiertos y la boca a la vista. Así que ni les transmitiré mis gérmenes ni sufrirán marginación.

No es cierto que no nos informen. Claro que nos informan. Y de su mano está seguir lavándose las manos a menudo, evitar actos masivos y restringir los saludos a un movimiento de cabeza. Aunque dudo que puedan cumplir con esto último. Arde España si nos privamos de besos, abrazos y apretones de manos.
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