Desde el punto de vista de la contratación y las ocupaciones en las que más se emplea el colectivo desde el Sepe destacan que en ocupaciones como albañiles, trabajadores de los cuidados personales a domicilio, conductores asalariados de camiones, conductores de autobuses y operadores de maquinaria agrícola móvil, la presencia de trabajadores del colectivo es relevante. De hecho, a nivel nacional en ellas de cada cien contratos que se concertaron en 2016 más de cuarenta se formalizaron con trabajadores mayores de 45 años.
Falta de especialización
No obstante, uno de los principales obstáculos con los que se encuentra el colectivo para su reinserción en el mercado laboral es la falta de especialización. De acuerdo con las cifras esgrimidas por el Sepe de los 33.445 mayores de 45 años contratados durante el pasado año, 2.416 no tienen estudios o no los pueden acreditar, 18.165 cuenta con la ESO con o sin titulación y solo 1.949 contaban con ciclos universitarios. En cuanto al paro en función del nivel formativo, afecta en mayor medida a los niveles más bajos. En León, los parados sin estudios o con estudios primarios son 3.376: los que tienen la ESO, acreditada o no, son 9.270; mientras que con Bachiller o superior son 3.150.
La falta de formación puede ser suplida con la experiencia, aunque no todos los trabajadores presentan el mismo historial. En la provincia hay 1.113 parados mayores de 45 años sin empleo anterior. En el resto de los sectores, 805 parados están inscritos en el sector agrícola, 2.195 en Industria, 2.344 en Construcción y 11.242 en el sector Servicios. Debe señalarse, por último, que el grupo de hombres parados mayores de 45 años sin empleo anterior lleva desde el año 2011 registrando variaciones interanuales negativas, tendencia que se vuelve a reiterar para 2016 con un decremento del 3,84 %. Las mujeres, que representan el 84,37 % de este grupo de demandantes de empleo a nivel nacional, marcan variaciones negativas desde 2013, siendo la de 2016 del 6,78 %.
Más del 90% de reposición
Pese a ello, pueden encontrar oportunidades para volver a trabajar. El Sepe avanza que, según las previsiones de oferta y demanda del Centro Europeo para el Desarrollo de la Formación Profesional (Cedefop), más del 90 % de la demanda de ocupación en la Unión Europea hasta el 2025 será de reposición, esto es trabajadores que accederán al mercado laboral a puestos de trabajo ya existentes sustituyendo a jubilaciones y a otras salidas del mercado laboral debido al fuerte envejecimiento de la población ocupada, por lo que se va a prestar atención al posible empleo de reposición que se puede crear por esta razón. En este sentido, en los últimos diez años el peso de la contratación de los mayores de 45 años no ha dejado de crecer a nivel nacional, según el Sepe, y a diferencia de otros colectivos de interés para el empleo, como las mujeres, que pierden en ese periodo algo más de dos puntos porcentuales o los jóvenes menores de 30 años con casi trece puntos menos sobre el total de la contratación total registrada. Del análisis estadístico de los de datos oficiales se deduce que la provincia no es ajena a esta tendencia. De hecho, la provincia supera ligeramente la tasa media de contratación de mayores de 45 años con un 25,56% de los contratos firmados, frente al 23,39 % nacional.
Afiliación
En el apartado de la afiliación a la Seguridad Social, uno de los indicadores más fiables del nivel de empleo, de las 265.113 personas mayores de 45 años de la provincia solo cotizan 75.473. En el rango de edad que comprendería también a los jubilados, mayores de 59 años, de los 153.749 habitantes en esta edad con los que cuenta la provincia, solo están afiliados 12.462. Por edades, las proporciones se suavizan, pero aun así no resultan positivas. De 45 a 49 años, la provincia suma 36.229 habitantes, con 22.326 afiliados; 38.258 habitantes de 50 a 54 años y 21.964 afiliados; y de 55 a 59 años; 36.877 habitantes y 18.721 afiliados.A nivel nacional, el Sepe alerta de que la población alcanzaba en el año 2012 el mayor número de habitantes de los últimos diez años, si bien desde entonces no ha dejado de descender. Contrasta esta tendencia con el aumento de la población mayor de 45 años, consecuencia del progresivo envejecimiento de la población, siendo significativamente importante el incremento interanual que se produce en estos años entre los mayores de 59 años de edad.
Con todo ello, el desafío del empleo se agrava en esta franja de edad, que en su última etapa antes de la jubilación muestra debilidades colectivas que condicionan el final de su vida laboral. En este sentido, el colectivo ocupa el 58,17% del total de prestaciones a desempleados, pero poco más de la mitad cobra prestación, concretamente 9.712 de los 17.669 parados.
Es necesario precisar que se consideran beneficiarios, a los demandantes de empleo que, hallándose en situación legal de desempleo, se encuentran protegidos frente a esta contingencia, ya sea a nivel contributivo o asistencial, incluyendo los subsidios de trabajadores eventuales agrarios en Andalucía y Extremadura, y a los perceptores del programa de Renta Activa de Inserción.