Margarita Torres: "'Amiguiños' sí, pero 'a vaquiña' por lo que vale"

El Cabildo Catedral y la Corporación Municipal no llegan a un acuerdo en el Foro u Oferta que ha tenido "la misma música de otros años"

D.L. Mirantes
04/10/2015
 Actualizado a 19/09/2019
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Mejor madreñas, que sandalias. Y con paraguas, en este caso claustrales como señaló acertadamente el síndico del cabildo catedral, Primo Lucio, a la síndico de la corporación municipal, Margarita Torres, en la reedición de la disputada 'Foro u Oferta' de Las Cantaderas. Una discusión que se ha repetido, como avisaron desde el minuto cero, "como el ajo y la cebolla", Torres.

Avisaron también de que la discusión iba a estar animada, "les vamos a dar cera y candela", amenazó la síndico municipal, pero las promesas no se cumplieron y ni el público, ni el Cabildo Catedral ni la Corporación Municipal tuvieron muchas oportunidades de aplaudir "la misma música de otros años", como lo bautizó el síndico del cabildo.

Se tarda dos años en aprender a hablar y 60 en aprender a callar y usted no ha callado Saber mucho "de copias y de originales" fue lo que le reprochó Primo Lucio a Margarita Torres y tampoco se quedó atrás al defender la obligatoriedad del tributo. "Espera guapa que te voy a decir lo que puedo y lo que no puedo", le espetó. Pero no podía convencer a su oponente que ante su frustración se esforzaba por cambiarle el ánimo y hasta le obsequió con un cáliz de chocolate para endulzarle el ánimo.

Muchos halagos, aunque, eso sí, como dejaron bien claro los dos comparecientes, "Dios dijo hermanos pero no primos". "’Amiguiño’ sí, pero ‘a vaquiña’ por lo que vale", sentenció Torres para dejar claro que el tributo es libre y voluntario del pueblo de León.

Y eso que en materia pecuniaria bien sabe el clero como están las arcas del Ayuntamiento, que este año multiplicó por 400 los 210 reales de la dote original hasta los 2,5 euros resultantes. Protestaron los canónigos "si el Ayuntamiento presenta esos avales, que Dios nos pille confesados".

Al final, pago el pueblo de León, aceptó el cabildo catedral, que toma la entrega por obligada a pesar de la insistencia de Torres de que es libre y voluntaria y citados quedan para otros años con todos contentos, aunque un poco menos los canónigos que preferirían menos ruido en todo este asunto: “se tarda dos años en aprender a hablar y 60 en aprender a callar y usted no ha callado”, le recriminó el síndico
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