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Manipulación, hiperconexión, educación controlada

01/11/2022
 Actualizado a 01/11/2022
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Los países que se han dedicado a conseguir que su población se eduque de forma racional, eficaz y responsable han cumplido una labor responsable y cualquier reforma o recomendación que realizan en sus naciones, las acatan con responsabilidad y siempre consiguen pasos hacia adelante.

Aquellos que sin embargo se asfixian entre una selva de leyes educativas y sus reformas, se afanan por emplear eufemismos para señalar a los parados, fracasados educativos y otras lindezas con el fin de soslayar las estadísticas y aparecer como los líderes del éxito, sólo conseguirán agrandar la brecha de la estulticia y la ignorancia.

Dicho esto, diremos que España está en este momento, como todos los países, ante una perspectiva de ordenar su territorio, sus expectativas y su futuro porque los hechos así lo exigen y lo demanda una sociedad que desea vivir de acuerdo a normas racionales y sensatas.

Han sido muchas las oportunidades perdidas o malogradas disponiendo de hombres preparados, tecnología adecuada y recursos suficientes. Hay que decir que lo han fracasado siempre aquellos que desafortunadamente se dedican a tejer y destejer la inmensa tela de Penélope porque a cargo del telar están los menos indicados, por decirlo de una forma caritativa, y nefastos políticos.

Lo estamos viendo con los recursos que tiene España, la gestión de las energías, de los alimentos y la jaula de grillos de los gestores que están anclados en el despropósito del lío climático.

En el mundo hay dos generales que llevan la voz cantante que son el General Putin que maneja a sus aliados que son el gas, el petróleo, los minerales raros y la base alimentaria de los graneros, y el General Sequía que se va extendiendo poco a poco, fruto del famoso cambio climático debidamente manipulado por los demagogos de la ecología.

Todo ello ha impactado sobre una Europa desunida, aunque aparente lo contrario. No hay más que observar las idas y venidas de los magnatarios europeos maltratados por el Zar Putin, la expansión de las influencias de las diferentes mafias de rusos y chinos, el silencio amenazante de los yanquis, y la influencia asombrosa de las redes sociales que despersonalizan al ser humano y le dejan a los pies de los caballos, como ya se está comprobando al existir en Japón gente que no sale apenas de casa y su vida es la pantalla tecnológica por donde se relacionan, los que se denominan ‘hikikomori’, jóvenes japoneses hiperconectados.

Ciertamente que ser joven hoy día es difícil, ser joven consciente, con ideas independientes, preocupado por mejorar la sociedad, activo ante las injusticias, en fin, ser joven y conseguir pertenecer a un grupo que reactive la preocupación por la regeneración, el pensamiento libre, la independencia de los poderes teledirigidos y la suficiente honestidad para decir incluso a los tuyos que deben cambiar de ruta y de actitud.

Más fácil es acudir a los largos fines de semana con botellones, reuniones sin sustancia, solicitar ayudas extrañas, aplaudir las medidas fáciles de consecución de resultados académicos y dejarse engañar porque otros lo arreglarán y … «el que venga detrás que arree», como se suele decir.

Siendo utópicos diríamos que España podría ofrecer al mundo el ‘descubrimiento de una nueva era’ basada en los principios básicos que requiere siempre el ser humano, pero como eso vemos que es empresa fallida, a juzgar por los gobernantes que tiene, creemos que para evitar una inmensa carcajada, cerraremos hoy estas reflexiones deseando todo lo mejor para Europa aunque estemos pensando en el «sálvese el que pueda».
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