Primero vino el desnudo de Sergio del Molino. Ese en el que abrió las ventanas de su vida con ‘La hora violeta’. Luego, desnudó a los pueblos poniendo el nombre de ‘España vacía’ a ese medio rural cuya demografía se desangra. Volvió a contarnos una parte de sí mismo en ‘La mirada de los peces’ y ahora ha vuelto al ensayo y al territorio con ‘Lugares fuera de sitio’. Se apea así Del Molino en los "dobleces, capas y nudos" del territorio poniéndonos sobre las azarosas fronteras de España en las que hay lugares como Gibraltar, Ceuta, Melilla o Rihonor de Castilla, entre muchos otros. Hasta allí viaja para descubrir cómo son estos lugares y sus historias, pero sobre todo para hablar de quienes conviven en ellos. En palabras del propio autor son un territorio "que no es ni dentro ni fuera, que se define por su indefinición, y que ha hecho de la molestia y la incomodidad unas señas de pertenencia". Son enclaves como Olivenza (el pueblo portugués de Badajoz) donde "todos rinden cuentas del negocio común de la historia". Sabe Del Molino que este sería buen ejemplo para otros territorio como Cataluña, aunque sea "más grande y más peleona". "Pero por algo se empieza: también la democracia nació en una placita de Atenas y ahora la practica más de medio mundo. Todo es cuestión de insistir". Un libro de viajes, de no ficción y de periodismo con el que descubrir que las fronteras son mucho más que eso, son quienes las habitan.Otros libros de Sergio del Molino
- La España vacía (Editorial Turner)Esa España interior del Quijote, la que divisamos desde la autovía, la de los pueblos que para algunos son la feliz aldea de los veranos infantiles y para otros el paisaje de la leyenda negra. Esa es la España de la que habla este ensayo que ya va por su novena edición.
- La mirada de los peces (Literatura Penguin Random)En 2016, Sergio del Molino no se sorprendió cuando el que había sido su profesor de filosofía del instituto, el activista Antonio Aramayona, le dijo que iba a suicidarse. Este libro es un diálogo con el pasado y la memoria del propio autor, que recuerda la adolescencia del autor en Zaragoza.