Demostración de poderío de un Moisés que ganó a Sergio la final pese a estar algo conmocionado
Viene esto a cuento de que en los últimos tiempos, en los últimos corros, hay tres luchadores que parecen aspirar a ser ‘Cojo’ y de Paradilla, a que lleguen, les den el premio y dejen al resto dirimir. Lo es, sin duda, Víctor Llamazares, El Hombre Tranquilo, aún invicto, pero en los últimos corros han cogido su senda Moisés Vega, La Roca; y Tomás el de Uco, Tomasuco. No es que también ganen, es que están intratables ambos. Bueno, los tres.
Y mira que a Moisés trató de complicarle la vida Adri, desde el primer momento, fue valiente, fue a por él y hasta le dio media caída; pero después a los ataques de Adri, animado en casa, con su abuelo emocionado en la grada, la respuesta de Moisés siempre fue de Roca. Y eso que quedó conmocionado (Adri no andaba muy lejos de ello) y hasta había en la grada quien le pedía que lo dejara, que estaba en semifinales, pero el diccionario de Moisés no contempla dejarlo. Si el Cojo luchaba supurando las heridas y él aspira a Cojo...
Remató la faena y se fue a una final en la que le esperaba «su presidente», del Club: Sergio ‘El Ingeniero’. Otra final más para él, que ya son muchas pero no ha ganado ninguna, reconoce con su eterna bonhomía. Sabe luchar. Lo hace todo bien pero estudió para ingeniero, no para Cojo. y eso lo pagó con Moisés.
Y si La Roca está impresionante el antiguo soldado Tomás está en más comandante que nunca. Volvió a poner firme a la tropa sin contemplación. Rubo se fue primero con la sensación de que ha tirado la toalla con él y en la semifinal esperaba Rodri, siempre capaz de todo, siempre con la esperanza de que aparezca La Perla... Hace una semana no le plantó cara el de Cistierna, apenas le duró unos segundos y parecía necesario reivindicarse para que la cabeza no empiece a dar vueltas al revés. Nada más agarrarse tuvo a Tomasuco de rodilla en el suelo, camino de una entera de libro, incluso el de La Vecilla gritó un «¡ay, ay!» que significa algo así como caigo pero se puso en pie y desencadenó un huracán que hizo a La Perla rascarse la cabeza como pensando qué pasa aquí. Y pasa lo que pasó, un huracán al que tampoco pudo maniatar Sansón porque los vendavales no se sujetan, se escapan por las rendijas, y Tomasuco dejó claro que estudia para Cojo.
Víctor Llamazares no estudia para Cojo, ya está haciendo el máster; tanto que la afición hace como que se ha ido y siguen muy de cerca esa batalla de chavales por hacerse con la primera plaza... después de Víctor.
Este sábado volvió a dar un paso al frente David Riaño, pese a estar en la tierra de un Fer que se desesperaba al quedarse en el camino. Volvió a estar solvente el chaval de Chucho Riaño dejando en el camino a Javi Sancho y Manu el de Lillo y postulándose para alternativa, todavía a medio plazo porque es casi un niño.
Y porque por su peso anda un tal Víctor Llamazares que tiene metido entre ceja y ceja acabar la Liga sin perder ningún corro. Es un aliciente.

