
La categoría femenina, especialmente en ligeros, tiene un grave problema de participación —llegándose en la Liga 2024 a no disputarse un corro por no haber luchadoras (Valdeón)— que se trasluce a su vez en falta de cmpetitividad e igualdad. Llegó a darse el caso que la dominadora anterior de este peso, Priscila, se fue a medios con peso de ligeros pues, decía, «era cuestión de elegir si ganar o competir».
La temporada fue de absoluto dominio de la que finalmente sería campeona, Bea Riaño, que tan solo perdió en tres de los corros que disputó en esta categoría; y lo hizo frente a Sandra López, que luchó muy poco, y la nómada Mireia. El tercero fue con Priscila, que bajó a ligeros para ganar un corro en todos los pesos, también lo hizo en pesados.
Así las cosas, si Bea se mantiene en ligeros, no regresa Priscila —que sí lo hizo en Camposagrado— y no aparecen con más frecuencia las Isa Justel, Sandra o dan un paso al frente las jóvenes (Ana, Elena, Natalia) todo apunta a un nuevo paseo de Bea, que no es lo más recomendable, se hace urgente una mayor igualdad y más luchadoras en esta categoría.