27/02/2021
 Actualizado a 27/02/2021
Guardar
Cuenta Luis Landero en ‘Entre líneas: el cuento o la vida’, un libro de hace ya unos cuantos años, la historia de los «tumbados». El tumbado es un hombre que un día suspende su actividad laboral y social «y se abandona espléndidamente a la inacción». Nada dice Landero de mujeres «tumbadas», pero como veremos después también existen. La decisión de estos hombres, explica Landero, o más bien el álter ego del escritor, Manuel Pérez, no se debe a la pereza ni a algún tipo de neurosis o depresión. Tampoco hay ningún conflicto, ni tan siquiera un desengaño amoroso. Simplemente ese hombre decide un día quedarse en la cama y nada se puede hacer. Es una tragedia tan inevitable como el rayo o la lluvia. «Fulano se ha tumbado», se van informando entre familiares y vecinos. «Vaya por dios». El desenlace es imprevisible. La decisión de tumbarse puede ser para toda la vida o el tumbado se levanta a los dos o a los cuatro años y retoma su actividad de siempre, como si nada. «Fulano se ha levantado», se dice entonces.

A veces dan ganas de tumbarse. Con un año sería suficiente. ¿Para qué? No se sabe. Para probar a ver qué pasa. Pero resulta que pienso que los mejores tiempos para tumbarse son aquellos en los que las cosas van bien. Si te tumbas cuando las cosas van mal, empiezan a ir peor y a lo mejor es cuando nadie se acerca a tu cama para traerte un trozo de pan, porque todo el mundo lo está buscando por ahí.

Creo que Victoria Abril se sacó tumbada la especialidad de virología y tal vez por eso no nos habíamos enterado. Enseguida entendí por qué la actriz se había puesto una toga de catedrática para los premios Feroz. Tuve miedo de que siguiera hablando hasta que alguien le colocara un birrete en la cabeza.

A su vez el emérito Juan Carlos I recién acaba de tumbarse, o así parece, porque ahora resulta que ha hecho más kilómetros en jets privados que Phileas Fogg enganchado a una Ruta del Bakalao mundial. Alguien tendrá que decirle que se tumbe con más cuidado, que se le están cayendo los euros.
Lo más leído