Los restos hallados en las obras de Feve son cimientos de un antiguo chalé

La conservación del patrimonio es una cuestión de peso en cualquier intervención urbanística en la capital leonesa por el importante legado histórico de la ciudad, que se manifiesta en cada excavación acometida en el centro urbano. En este semana, el Servicio de Patrimonio de la Junta de Castilla y León ha aceptado una de las propuestas del Ayuntamiento para la peatonalización de la calle Carreras haciendo presentes los antiguos cubos de la muralla y el alcalde, José Antonio Diez, ha desvelado que los vestigios atribuidos en principio a una iglesia prerrománica en las obras de integración de Feve son en realidad los cimientos del antiguo chalé de los guardeses. Las dos noticias han sido recibidas con gran alborozo en el Consistorio, puesto que permiten mantener los plazos de los trabajos y cumplir con el calendario programado, después de años de espera para acometer unas intervenciones llamadas a mejorar sensiblemente unos espacios olvidados durante décadas.

El alcalde mostraba este miércoles su confirmada con la decisión de Patrimonio para peatonalizar la calle Carreras, una opción "de consenso", que permite continuar con las obras sin apenas cambios en la planificación, salvo los ajustes necesarios en los proyectos, especialmente en los dos primeros cubos, donde los vestigios arqueológicos se encuentran más hundidos respecto de la cota de la calzada, lo que hará necesario construir una pequeña pendiente para dejarlos a la vista. En cualquier caso, "son cosas de detalle", en palabras del regidor, que afirma que estas intervenciones no supondrán un incremento de los costes, una variable especialmente sensible en estos momentos de volatilidad.

Además, Diez tiene claro que el monumento de mayor tamaño o extensión que tiene la ciudad es la muralla y quiere que las celeridad de las obras sean proporcionales a la longitud de los seculares muros. El alcalde espera que el resultado final sea capaz de "transformar" el entorno, que integrará la peatonal calle Carreras con el jardín de la Era del Moro y los consolidados restos de Molino Sidrón.

Por otra parte, el alcalde también desveló este miércoles que los cimientos del solar de la estación de Matallana, tras el muro de la avenida Ramón y Cajal, sobre los que se había especulado la posibilidad de que fueran parte de una iglesia prerrománica, finalmente, han resultado ser los cimientos del antiguo chalé de los guardeses, derribado con posterioridad a 2003.

Descartado cualquier tipo de valor arqueológico, las obras continuarán según los plazo previstos, que sitúan en la primavera del próximo año la entrega de los trabajos tras años de espera de todos los leoneses.