Los personajes del tío Ful: José López Rodríguez, exciclista

Es el mejor ciclista leonés de todos los tiempos; lacianiego, también esquiador, ha regresado a su tierra y, con 80 años, sigue saliendo en bicicleta y subiendo duros puertos

Fulgencio Fernández y Laura Pastoriza
07/11/2020
 Actualizado a 07/11/2020
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José Manuel López Rodríguez (Caboalles de Abajo, 1940) es para sus ilustres colegas ciclistas López y en su pueblo Pepín el ciclista. Para todos, el mejor ciclista leonés de todos los tiempos, un deportista de una increíble fortaleza que le llevó a destacar también en esquí cuando aún vivía en Laciana y a seguir subiendo puertos en bicicleta en la actualidad, con 80 años. «Aquí, en Laciana, no me queda otra solución, coja la carretera que coja, a los pocos kilómetros de comenzar, para entrar en calor, ya encuentras un puerto de los de verdad, de gran vuelta».

También se ha vuelto a enamorar, en su regreso a su tierra, de la naturaleza y las rutas de montaña que van, por ejemplo, a las brañas de Villager, Rabanal o Robles. «Pero a éstas no puedo ir en bicicleta de carretera, me compré una de esas mixtas, eléctricas, que son muy cómodas; pero sin abandonar la carretera», y saca la bicicleta ‘clásica’ que utiliza y «aún tengo en casa la bici con la que corría, que me resulta más cómoda y me trae muchos recuerdos».

Si tira de recuerdos López Rodríguez habla y no para, lógico teniendo en cuenta que fue uno de los grandes del pelotón y, por ejemplo, el primer leonés en ser diploma olímpico (5º) en la Olimpiada de Tokio en 1964.  «La Olimpiada me dio la alegría de la quinta plaza, por delante de Merckx, pero por esperar a la Olimpiada pasé tarde a profesionales, con 25 años, y esperé en aficionados, que lo ganaba casi todo. Pero el seleccionador (Saura) quería tenerme, éramos un gran equipo, con Lasa, Mariano Díaz o Mariné, también fuimos diploma por equipos».

Corrió tres Tour, ganó los Valles Mineros y la Semana Catalana, una etapa de la Vuelta a España, en la que llegó a ser líder y le ocurrió algo impensable: «Me atacó mi propio equipo».

Historias para escribir un libro, bien lo merece este lacianiego crecido entre nieve que vivió 40 años en Mallorca. «Tenía unas heridas graves de una caída y me dijeron que era bueno aquel clima y el agua del mar, fui y me gustó... tanto que me quedé más de 40 años».

Pero hace unos años supo que su hermano tenía cáncer «y vine a estar con él sus últimos años. Ya falleció pero yo he decidido que me quedó aquí, en mi tierra, en mis raíces y recuerdos».
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