Los personajes del tío Ful: Aureliano, enredabailes

Aureliano es de esas personas que merece mucho la pena tener de vecino;buen conversador, pozo de anécdotas, cantante, colecciona retazos de vida

Fulgencio Fernández
26/02/2022
 Actualizado a 26/02/2022
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Siempre hay historias detrás de las palabras de Aureliano. Caminando hacia el lugar donde tiene un local que es un pequeño museo de piezas extraordinarias –que él convierte en trozos de vida y de vidas– te cuenta la historia del barrio, Buenos Aires, que «tiene mucha cosa. Mira aquí al lado son los lindes de dos ayuntamientos y el barrio fue un lugar de industrias, de todo tipo. Si había 37 casas había otros 37 negocios: la armería, el vinatero, bueno vinateros eran dos....» y sigue recordando negocios que en su día existieron en Buenos Aires, alguno queda todavía para que no se olviden aquellos tiempos.

Entrar en el local de Aureliano es un viaje en el tiempo. Motos de todas las épocas, bicicletas, máquinas de escribir, un curioso extractor de leche materna, un artesano tacatá de madera, varias máquinas de coser de recordadas marcas, vidrieras de la Catedral (paneles), monedas antiguas, viejas maquinillas de afeitar y pulverizadores para mojar el pelo... Y para cada una de ellas tiene Aureliano un recuerdo, también para quien se la vendió y en la mayoría de los casos se lo regaló. «Yo por mi oficio recorría muchos pueblos, no solo de León, también de provincias cercanas y preguntaba a las gentes por cosas viejas que no quisieran. Y el que busca encuentra, al menos en mi caso así fue. No hay más que ver el local».

–Aureliano, ¿eres pescador? porque lo llevas en el apellido.
–Tuve que serlo. Aprendí ahí para el río Omaña.
–¿Y Alegre?, que lo llevas de primero.
–Más que pescador. Hay que serlo, hay que darle alegría a la vida que penas ya bastantes te da ella a ti.

Y lo cumple. Es fiel a esta filosofía y participa en varios grupos de bailes, danzas, canción tradicional, carnaval... y no hace falta insistirle mucho para que te cante una canción. De un lado porque es colaborador y de otro, no menos importante, porque sabe que canta bien. Muy bien.
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