"Los cuidadores de enfermos de alzheimer necesitan ayuda y libertad"

AFA Santa Marina trabaja para paliar sus consecuencias

Noemí Carpintero
09/08/2020
 Actualizado a 09/08/2020
Fotografía de familia de personal de AFA con usuarios, voluntarios y trabajadores. | L.N.C.
Fotografía de familia de personal de AFA con usuarios, voluntarios y trabajadores. | L.N.C.
El alzheimer, una enfermedad neurodegenerativa, incurable y terminal, caracterizada por una pérdida de la memoria inmediata y de otras capacidades mentales afecta a un 34% de los españoles mayores de 85 años. Según los últimos datos de la Sociedad Española de Neurología, cada año se diagnostican unos 40.000 nuevos casos en España, una cifra que no hace sino aumentar, ya que los fármacos actuales únicamente logran ralentizar sus síntomas.

Desde hace dos décadas la Asociación sin ánimo de lucro de Familiares de Alzheimer de Santa Marina del Rey, Órbigo y Páramo trabaja sin descanso para ayudar a las familias con enfermos de Alzheimer, una enfermedad poco visible «hasta que te toca de cerca», como explica su presidente Rafael Mayo. Comenzaron su labor en Santa Marina del Rey y han ido ampliándose a toda la zona del sur y oeste de la provincia, ofreciendo sus servicios a todas las familias afectadas por esta enfermedad.

La Asociación cuenta con un servicio de Estancias Diurnas en el Centro de Día ‘Santa Marina’ con capacidad para 60 usuarios y una Residencia para Mayores ‘Santa Marina’, anexa a las instalaciones del Centro de Día, con capacidad para 50 residentes, tras realizar una ampliación con el fin de dar atención a un mayor número de usuarios. Como explica su presidente, «se da prioridad a los enfermos de Alzheimer o demencia a la hora de solicitar plaza, ya que un 94% de los residentes sufren de estas enfermedades».

Sus 42 trabajadores y más de 50 voluntarios trabajan con los enfermos y sus familias brindándoles asistencia psicológica y física, «intentando paliar levemente las consecuencias de esta enfermedad», explica Mayo. Los voluntarios centran sus tareas en el acompañamiento en el transporte de los enfermos desde sus domicilios hasta el centro, entre otras labores de vigilancia y apoyo, además de diferentes actividades destinadas a la captación de fondos. Sin embargo, como indica su presidente, actualmente se encuentran suspendidos, ya que la mayoría de voluntarios son personas mayores, consideradas de riesgo de contagio del coronavirus.

No es como el fútbol, que se entera todo el pueblo, solo son conscientes quienes lo tienen cercaDesde la Asociación recuerdan que el Alzheimer que afecta «a toda la familia», por lo que centran sus esfuerzos en «descargar de trabajo al cuidador principal». Mayo explica el funcionamiento de la conocida como ‘Unidad de Respiro’, en la que la Asociación pretende «descargar» a las familias encargándose del enfermo durante unas horas. «Es muy importante dar unas horas de libertad al cuidador principal, ya que él también necesita ayuda física y psicológica y no suele estar en las mejores condiciones. Es un trabajo completamente absorbente», explica su presidente.

Una enfermedad casi invisible que, como explica Mayo, «cada vez se declara a edades más tempranas» y cuya única vía de ayuda es la atención personalizada a quienes padecen estas limitaciones con el objetivo de mejorar o mantener su autonomía sin salir de su entorno socio-familiar. A su vez, AFA Santa Marina también tiene como objetivo «dar vida al cuidador principal», haciéndose cargo del enfermo y «liberando» a quienes le cuidan de forma temporal.

Como consecuencia de la pandemia por coronavirus que asola a medio mundo, se han definido grupos de trabajo en el Centro de Día formados por siete personas, evitando así el contacto entre todos los enfermos y limitando la posible propagación del virus a los compañeros del grupo, el trabajador que les compaña y al conductor que los traslada desde sus domicilios al centro. Debido también al coronavirus, se han establecido visitas a la residencia con cita previa, reduciendo contactos para evitar riesgos.

«El Alzheimer es desconocido, no es como un partido de fútbol del que se entera todo el pueblo, únicamente son conscientes quienes lo tienen cerca», resume Rafael Mayo.
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