Un volcán italiano con mucha historia

El Vesubio es un enclave en Italia con numerosas erupciones que han conseguido construir un entorno excepcional

04/07/2025
 Actualizado a 04/07/2025
El Vesubio desde el puerto de Nápoles. | VICENTE GARCÍA
El Vesubio desde el puerto de Nápoles. | VICENTE GARCÍA

Es verano y muchos leoneses aprovechan este tiempo para viajar a diferentes lugares del mundo. Visitar Italia siempre resulta una experiencia agradable y variada debido a la cantidad de lugares y espacios que son el reflejo de la historia de nuestra civilización. Hablando de Nápoles mucho más, debido a que se encuentra en el eje del desarrollo de la misma.

Visitar Nápoles es conocer la esencia del mundo romano y su museo arqueológico resulta fundamental para ello. Además los restos de las ciudades destruidas en la erupción del 79 d.c. es una fuente excepcional para el conocimiento y el estudio histórico y el Vesubio, fuente del problema, es la cumbre desde la que se conoce y domina ese mundo.

El Vesubio ha tenido numerosas erupciones a lo largo de su existencia y algunas han sido fatales como la que sepultó a Herculano y Pompeya, por lo que se aconseja previamente visitar estos tres enclaves: el Museo arqueológico y las dos ciudades. El Vesubio es famoso por su erupción en el año 79 d. C., en concreto el 24 de octubre. En dicha erupción fueron sepultados varios núcleos urbanos, entre ellos las ciudades de Pompeya y parte de Herculano. Tras aquel episodio, el volcán ha entrado en erupción en numerosas ocasiones. Está considerado como uno de los volcanes más peligrosos del mundo, ya que en sus alrededores viven unos tres millones de personas y varias de sus erupciones han sido violentas; se trata de la zona volcánica más densamente poblada del mundo. Además, es el único volcán situado en la parte continental de Europa que ha sufrido una erupción en el siglo xx. Los otros dos volcanes italianos que han entrado en erupción en las últimas centurias se encuentran en islas: el Etna en Sicilia y el Estrómboli en las islas Eolias.

02 Zona donde se refugiaron los habitantes de Herculano
Zona donde se refugiaron los habitantes de Herculano. | VICENTE GARCÍA

En la salida de la estacción de tren de Herculano se encuentra una agencia que ofrece viajes en autobús al Vesubio e incluye la entrada en el precio. Es una opción interesante para la ruta y también se puede hacer en taxi. Pero resulta más caro.

La ruta es turística, pero sirve para conocer bien el gran cono del volcán. Otras rutas mucho más largas van por el valle del Infierno desde la estación de Ottaviano en el ferrocarril circunvesubiano. Sin embargo la que aquí se propone es facil, sencilla y compatible con otras actividades.

Desde Nápoles se puede visitar la costa amalfitana, bien en barco o por carretera, pasando por la isla de Capri, otra buena opción.


Desarrollo de la ruta

Comienza el recorrido en el aparcamiento de vehículos, tras la llegada de los autobuses y a continuación se pasa a la entrada donde hay que presentar el ticket. A partir de este punto comienza una subida que al principio se encara con varios zig zag, que van superando la mayor altura, para, a continuación, seguir subiendo directamente al principio del gran cono. Pasados los zig zags de la subida se contempla perfectamente la bahía de Nápoles y todo el extenso poblamiento existente bajo el volcán. El camino está protegido a la derecha por un sencillo pasamanos de troncos unidos con cuerdas, dejando a la izquierda la caída que baja del cono del volcán y a la derecha la caída con un fuerte desnivel y terreno de arena volcánica.

05 Vista del cono del volcán
Vista del cono del volcán. | VICENTE GARCÍA

Al final de la recta se encuentra un kiosco en el que venden souvenirs y bebidas, que distraen un poco de las ideas y visiones de un volcán en la Naturaleza y la montaña, rico en historia y encanto. Continuando la ruta ya se entra en el cono propiamente dicho y el camino circula entre el profundo cráter que ha creado el volcán, donde se ven trozos de lava y rocas volcánicas y en algunas ocasiones se encuentran varios miradores a lo largo de la ruta que  permiten admirar el interior del cráter desde diferentes ángulos y perspectivas, pues tras los innumerables cambios provocados por las diversas erupciones, presenta actualmente una forma elíptica con un diámetro máximo de 580 metros

A lo largo de las paredes internas, algunas fumarolas dan la sensación de un volcán aún activo, aunque se encuentre en fase de reposo, y también por los olores sulfurosos que a veces se perciben. Tras subir unos escalones de madera, el recorrido finaliza sin poder completar el círculo del cono, se puede ver la valla caída unos metros más adelante y la ausencia de un terreno transitable debido a diversos corrimientos de la corteza que lo hacen inestabla y por ello se encuentra cerrado, hasta que la autoridad del Parque garantice la seguridad. Se puede admirar el panorama de nuevo, para tomar el mismo camino de regreso, que abarca toda la llanura de Campania y, más al norte, la llanura de Marigliano hasta los promontorios cercanos.

Al final se regresa al punto de partida donde espera el autobús que llevara a los caminantes a la estación del Circunvesubiano en Herculano.

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