Víctor M. Díez: "Esta gente vive con mucha precariedad a pesar de los 40 años"

Víctor M. Díez es uno de los coordinadores de ‘Palabras para Corsario’, que reúne 40 testimonios sobre la compañía creada por Fernando Urdiales

18/03/2024
 Actualizado a 18/03/2024
Víctor M. Díez y ElenaAguado presentaron este lunes en el Salón de los Reyes la publicación ‘Palabras para Corsario. Más que 40 años de teatro’. | SAÚL ARÉN
Víctor M. Díez y ElenaAguado presentaron este lunes en el Salón de los Reyes la publicación ‘Palabras para Corsario. Más que 40 años de teatro’. | SAÚL ARÉN

La concejala de Acción y Promoción Cultural del Ayuntamiento de León, Elena Aguado, y el poeta, músico, escritor y gestor cultural, Víctor M. Díez, han presentado este lunes el libro ‘Palabras para Corsario. Más que 40 años de teatro’ en el que cuarenta autores aportan su visión personal de la compañía fundada por el leonés Fernando Urdiales que tiene su sede en Valladolid, una obra primorosamente editada por Eolas & Menoslobos en la que destacan, además de los textos de autores como Antonio Gamoneda, Luis Mateo Díez, Olvido García Valdés, Gustavo Martín Garzo, Manuel Sierra y Ana Gallego, entre otros muchos, las magníficas ilustraciones del artista leonés Álvaro Pedraz, que estará presente en la puesta de largo de la publicación que tendrá lugar este miércoles a las 20:00 horas en el Teatro El Albéitar, un acto en el que intervendrán los coordinadores del libro, Víctor M. Díez e Isaac Macho; el actual director de Teatro Corsario, Jesús Peña; algunos de los autores participantes, y los editores Héctor Escobar y Miguel Riera, además de contar con la participación de músicos vinculados a Teatro Corsario, caso de Ildefonso Rodríguez, o de los componentes de Teatro El Mayal que escenificarán una pieza bajo la dirección de Javier de la Varga

La titular de Cultura, Elena Aguado, fue la primera en tomar la palabra en el acto de presentación este lunes de ‘Palabras para Corsario. Más que 40 años de teatro’ para explicar que se trata «de un libro homenaje a la trayectoria y buen hacer de Teatro Corsario, pero también es un libro-teatro porque es un coro de cuarenta voces que pasan por el escenario de la evolución, los desarrollos y los desempeños de la compañía a lo largo de todo este tiempo», señaló.
Elena Aguado comentó que entre las cuarenta firmas que aparecen en el libro «están algunos de nuestros más laureados escritores, pero también gentes que estuvieron en torno a Corsario como actores o como músicos», indicó la edil, que destacó el relato de Pepe Tabernero contando una historia estupenda sobre el leonés Fernando Urdiales en su etapa de psiquiatra en Palencia como uno de sus preferidos.

Elena Aguado reconoció que desde la Concejalía de Acción y Promoción Cultural del Ayuntamiento de León se ha apoyado esta edición «porque Corsario es un fenómeno teatral y cultural reconocido a nivel nacional, de una calidad extraordinaria, que ha logrado poner en escena una gran variedad de expresiones teatrales y artísticas, donde destacaría sobre todo esa capacidad que ha tenido Corsario para traer hasta los tiempos contemporáneos a los grandes dramaturgos del Siglo de Oro».

La concejala de Acción y Promoción Cultural recordó el estrecho vínculo que Teatro Corsario ha tenido con León, que pasa por varias actuaciones en el hall de la Facultad de Filosofía y Letras o el estreno de sus más exitosos montajes, como ‘Pasión’, en la Colegiata de San Isidoro. Este vínculo continúa a día de hoy con la representación que la compañía vallisoletana va a llevar a cabo de ‘El alcalde de Zalamea’ la próxima primavera en el Auditorio con la presencia del leonés Javier Bermejo.

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Luis Laforga posa ante una fotografía del leonés Fernando Urdiales, fundador de Teatro Corsario. | LETICIA PÉREZ (ICAL)

Víctor M. Díez, en su condición de coordinador de la publicación junto a Isaac Macho, señaló, entre otros méritos de Teatro Corsario, el hecho de haber creado una escuela de decir el verso «que es única en España», destacó. «Esto debería ser un magisterio y debería ser el retorno que nuestra comunidad debería hacer de las cosas que hemos construido entre todos y que podría ser una gran escuela para gente que empieza», indicó Díez, que no desaprovechó la oportunidad de denunciar que «esta gente vive con mucha precariedad, a pesar de sus 40 años, y que los pocos apoyos institucionales que reciben siempre son muy agradecidos», reconoció el también gestor cultural, para quien la idea de este libro, «no de Corsario sino para Corsario, queríamos que fuera como la construcción periférica de gentes muy diversas, profesores de la Universidad sí, pero también cantineros, porque la gente del teatro va a los bares y allí se han construido muchas sinergias, y también que hubiera músicos, que hubiera actores, que hubiera programadores de festivales y que entre todos, con textos breves y creativos, devolviéramos un poco a esa gente que nos ha enseñado tanto y nos ha hecho sentir y soñar tanto, que les mostráramos nuestro agradecimiento y que también nosotros podríamos ser creativos para ellos».

En opinión de uno de los coordinadores de la publicación, «el libro contiene una amalgama de textos que vienen de muchas pieles, que vienen de muchas sensibilidades y que en el espíritu propio del libro se alojan en una especie de pequeño teatrillo un escenario al que todos nos hemos asomado y hemos intentado dar algo que no fuera solo –porque eso ya se había contado– la historia cronológica de sus montajes sino también las vivencias y las peripecias que tienen las gentes del teatro». 

Víctor M. Díez quiso dar las gracias en su intervención a la editorial Eolas, «que está haciendo un trabajo también de memoria histórica, que ya lo hizo con Claraboya, El signo del gorrión y otros hitos culturales de esta comunidad que merece la pena conservar y que merece la pena reseñar. En este caso lo ha hecho esta maqueta preciosa de Miguel Riera, pues es un libro difícil, porque también se lo hemos puesto complicado, donde lo mismo aparece un poema que una pequeña pieza teatral o un texto erudito», apuntó su coordinador, que también hizo alusión al trabajo del artista leonés Álvaro Pedraz. «Como teníamos prisa decidimos contratar a un ilustrador que trabajaba el óleo, con grandes procesos de creación y grandes procesos de secado que ha llevado a que todo se haya podido retrasar un poco», reconoció Díez.

En el turno de preguntas, este cronista ha querido saber por boca del también artífice de ‘Un hombre llamado teatro’ (Gatón), sobre la figura de Fernando Urdiales, si se puede hablar de un antes y un después de Teatro Corsario a partir de la muerte prematura de su fundador leonés. «Decía Urdiales con su peculiar manera de hablar que él era el Doctor Frankenstein y Corsario su monstruo. Efectivamente la compañía estaba muy señalada y muy hecha por él, pero lo que se ha visto después es que había dejado las guías muy bien puestas. Había formado a una generación de actores mucho más jóvenes que él, pero además creó la perspectiva también institucional, ir convenciendo a la gente de la política cultural de cómo había que gestionar. Cuando él murió hubo dudas, pero yo creo que Jesús Peña, que ya había iniciado un trabajo alrededor con las marionetas gigantes y tenía como una compañía paralela, ha procurado que en esos cambios se vea el trabajo, el espíritu ‘siempre enfadado y cabreado’ de Urdiales que les está señalando con el dedo y diciendo con esa voz tan peculiar suya: ‘no os salgáis de la senda’».

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