
El paso del tiempo no ha hecho más que mejorar una película que pasó con más pena que gloria en su estreno comercial, aunque su exhibición en circuitos alternativos terminaría por convertirla en una película de culto que a día de hoy sigue ejerciendo el mismo poder de fascinación. De los ríos de tinta que ha provocado ‘Arrebato’ me quedo con el comentario del crítico e historiador cinematográfico Carlos F. Heredero. «Es una obra hecha de jirones y despojos (muy probablemente de la propia piel de Zulueta), de ráfagas y fogonazos, de interrogaciones, incertidumbres y angustias. Un discurso lleno de imágenes en las que la televisión y la cámara de súper 8 mm (que llega a cobrar vida propia) invaden de forma amenazante y progresiva las vidas de los personajes».