José Javier Carrasco
Editorial Punto Rojo
Si tuviera que definir mi novela, ‘La vida nueva de Antonio Roldán’, la definiría como peculiar y compleja. No es el relato habitual en el que se suceden con una continuidad temporal una serie de hechos y una trama que definan a los personajes y cuenten una historia. En realidad al terminar de leer el libro el lector puede que se pregunte cuál es el motivo conductor del libro, ya que son varias las historias en apariencia ajenas al personaje central, que asoman en sus páginas. Eso, los saltos en el tiempo y la estructura de puzle del segundo capítulo, es lo que la hacen peculiar y compleja. La explicación a ambas características se debe al proceso de elaboración. Un verano, encontrándome solo en casa, decidí comenzar una narración que no sabía ni las páginas que tendría ni de qué iba a tratar. Con la única condición de dedicar un tiempo determinado a escribir, dos horas, también a una hora determinada, las once de la noche, fui trenzando una historia más o menos coherente. Transcurridos unos cuantos años, después de acudir a un taller literario impartido por la escritora valenciana Miriam Alonso decidí rehacerla. Cambié el orden de algunos capítulos, añadí uno nuevo, hice encajar las piezas sueltas y pulí su estilo, haciéndola más asequible, un poco menos experimental, respetando lo esencial. Fue un proceso lento y laborioso, todo lo contario a la primera redacción, fluida y espontánea.
En ese mismo taller se nos habló de dos tipos de escritor, el de mapa y el de brújula. El primero, al ponerse a escribir, tiene un plan más o menos preestablecido, sabe de qué va a tratar su novela o relato, los personajes que incluirá y un desenlace probable. El segundo nada sabe, escribe sobre la marcha, trama y personajes salen a su paso como el trazado de una ciudad desconocida que se muestra por primera vez ante nosotros a medida que avanzamos por ella. Todo es nuevo, todo sorprende. No sabemos lo que nos espera al doblar la esquina. Descubrí que yo era un autor de brújula. La novela se había hecho en parte ajena a mí –igual a cómo propugna el escritor sudamericano que aparece en el primer capítulo de ‘La vida nueva de Antonio Roldán’–, atento solo a la voz que me guiaba como el hilo de Ariadna guio a Perseo, durante aquellas dos horas de escritura en la soledad de mi habitación de un caluroso agosto, escuchando a mi yo más profundo. Ahora, una vez montadas las piezas, correspondía al lector encontrar el sentido de la obra, su mensaje. También yo debía buscarlo, averiguar qué había intentado decir en aquel mes que duró la primera redacción.

‘La vida nueva de Antonio Roldán’ se puede adquirir en Editorial Punto Rojo, librerías Artemisa, Valderas y Pastor, y en internet en https://libros.cc, www.todostuslibros.com y www.casadellibro.com .