Tres miradas convergen en la sala Provincia

‘Sintaxis y poéticas de la línea’ es el título de la exposición colectiva que reúne la obra de tres experimentados artistas como Esteban Tranche, Roberto Díez y Francisco Suárez

Vicente García
04/10/2023
 Actualizado a 04/10/2023
Roberto Díez junto a una de sus instalaciones. | VICENTE GARCÍA
Roberto Díez junto a una de sus instalaciones. | VICENTE GARCÍA

El Instituto Leonés de Cultura trae a su espacio expositivo de la sala Provincia, de la calle Puerta de la Reina 1 de León la mirada de tres artistas con modos diferentes de presentar sus obras.

Luis García Martínez, comisario de la exposición, comenta acerca de la misma: «Una propuesta que toma como punto de partida la vigencia y plena validez de la pintura como procedimiento creativo y expresivo, como un sistema más, dentro del amplio, complejo, heterogéneo e interdisciplinar abanico de territorios que hoy posibilitan la proyección conceptual y formal de la creación en su sentido más amplio. La muestra intenta poner en relación y conexión directa, por medio de la técnica de la pintura y un hilo conductor como la línea, a estos tres destacados y genuinos artistas, que se pueden y deben considerar como estructurales en el devenir de la plástica leonesa del siglo XX y XXI, tanto por sus dilatadas y fructíferas trayectorias como por sus aportaciones a la creación tanto desde el ámbito provincial como nacional».

Roberto Díez a lo largo de su trayectoria se ha caracterizado por realizar instalaciones en las que la madera, el papel, el texto y otros componentes son el eje y motivo de su obra. Comienza a trabajar en los años setenta del pasado siglo en el expresionismo figurativo, posteriormente evolucionará hacía un revisionismo abstracto, realizando incursiones en el ámbito de la escultura, para desembocar ese trabajo en el sistema de ensamblaje potenciando la utilización del collage, el relieve, la espacialidad y volúmenes de sus obras alcanzando de lleno el territorio de la instalación.

El pasado año Roberto Díez presentó sus instalaciones en el Camarote Madrid y en la sala Espacio_ E. En aquella exposición ya comentamos que sus nuevas creaciones son collages en los que la composición se encuentra muy bien estructurada dentro de los cánones del cubismo y de estilos pictóricos que proceden de las primeras décadas del siglo pasado, utilizando para ello papeles de diferentes texturas, colores, tamaños, brillos y grosores que se distribuyen para crear formas similares a objetos del mundo real y soñado. Unos collages en los que grandes letras aparecen como fondo, aunque sin el sentido que pueden tener, sino como el aura que rodea las escenas emparentadas con el cubismo en las que aparecen tanto instrumentos musicales, como objetos cotidianos o elementos variados, lo que para él resulta un juego que ha funcionado y repite lo dicho, de otro modo: «Vengo haciendo desde hace treinta años un informalismo constructivo, y sigo haciendo lo mismo, pero he abierto una línea de acción nueva objetual, el placer por las cosas, por los momentos, por la luz y por… y esto no sabemos dónde irá», señala Díez.

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Francisco Suárez ante una de sus obras con líneas rectas y colores vibrantes. | VICENTE GARCÍA

Paco Suárez presenta varias obras donde la línea, la luz y el color son la base sobre la que se asienta toda su filosofía y su forma de concebir el arte. Son, en general, piezas de gran formato de las que dice: «Mis obras forman parte de una serie que he llamado ‘Lumen’ en la que empecé a trabajar en 2018. En esta exposición he traído obra grande muy reciente, de 2023».

En estos cuadros la línea surge en su máxima expresión geométrica, limpia y pura, pero alcanzando en algunas ocasiones una dimensión vital y orgánica, con densidad propia y con una sugerente evocación de la libertad del propio material. Así, sus obras surgen de un concepto o idea primigenia estricta, que se va estructurando escrupulosamente según un plan preconcebido, pero existe al mismo tiempo una cierta parte en la cual el material tiene vida propia y el mismo crea la obra, sus líneas chorreadas fluyen libremente sobre el plano sin un control directo del artista. Contraste entre estructuración geométrica rígida y libertad del fluir del material por sí mismo. A todo esto, le dota con una intensidad cromática y contrastes que hace que las composiciones tomen vida y movimiento por la interacción de los colores, por ello algunas composiciones parecen vibrar ante nuestros ojos, generando una especie de ensimismamiento óptico.

Paco Suárez piensa que sus cuadros, con líneas rectas y colores vibrantes, representan una posibilidad de autoconocimiento y meditación para el espectador. «Digamos que en mi pintura trato de crear una atmósfera silenciosa, de introspección en la que el espectador se pare ante el cuadro y dejar que el tiempo se detenga para tener un encuentro consigo mismo, porque la relación con el cuadro consiste en eso, encontrarse a sí mismo ante la pintura, de modo que esa contemplación derive hacia el conocimiento de sí mismo y la meditación», sostiene.

Luis García concibe, como hemos dicho anteriormente, esta exposición con la importancia de la línea en los tres autores y lo explica del modo siguiente: «Así la línea será la protagonista esencial de esta exposición junto con la interacción del color, un viaje o tránsito que nos llevará por medio de la línea desde la figuración a la abstracción, del grafismo figurativo del muro a la instalación abstracta». 

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Estebran Tranche posa ante una de sus pinturas. | VICENTE GARCÍA

Esteban Tranche comenta: «Presento en esta exposición obras en las que la línea es preponderante» y de este modo partimos de una línea que surge de una deconstrucción de las líneas básicas que definen la silueta de la figura humana y una posterior reconstrucción arbitraria de estos elementos generando nuevas realidades formales y plásticas que evocan la figura. 

Se pueden contemplar una serie de composiciones que toman pleno sentido estético, conceptual y formal que nos evocan más o menos la figura humana, tanto desde la simplicidad de la línea en metal y carboncillo como por la explosión de energía cromática que hace que en sus pinturas las siluetas articuladas entre sí, alcancen un cierto dinamismo envolvente de sentido barroco. En estas pinturas las tintas planas delimitadas por líneas construyen secciones del cuerpo humano, llegando a alcanzar el territorio de la abstracción orgánica. Surgen en el plano secciones independientes que se han originado del despiece la las secciones figurativas originales. Tranche, por medio de la línea y el color transita de la figuración esquemática hasta la abstracción orgánica. En la muestra se da paso a una estricta geometría muy depurada, construida por planos estructurados por franjas y líneas que parten de una aplicación escrupulosa de las tesis de interacción de los colores del teórico y destacado pedagogo alemán Josef Albers.

Se trata de tres artistas que traen a la sala Provincia un conjunto de obras marcadas por la línea, cada uno con un modo diferente de representarla, pero siempre dando una pauta al espectador para conocerse a sí mismo y meditar sobre el mundo que le rodea. La exposición estará en la sala Provincia hasta el próximo 10 de diciembre del presente año.

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