"Siempre estoy improvisando"

El cuarteto del baterista catalán Ivo Sans lleva a El Albéitar una propuesta que se mueve entre el jazz y la música improvisada

Emilio L. Castellanos
26/02/2015
 Actualizado a 18/09/2019
El baterista Ivo Sans actúa esta noche con su habitual formación en el Teatro El Albéitar de la Universidad de León. | ANTONIO NARVAEZ
El baterista Ivo Sans actúa esta noche con su habitual formación en el Teatro El Albéitar de la Universidad de León. | ANTONIO NARVAEZ
No es habitual que Ivo Sans se cite con su cuarteto habitual. Son tantos los compromisos de cada uno de sus músicos que son contadas las ocasiones en el que grupo puede reunirse. Aun así, disfruta este ya de dos discos (‘Darrera nit de maig a l’Heliogàbal’ y ‘Yoruba’) y una trayectoria propia que sirve como aval a un tipo de jazz que huye de la comodidad y se aplica en el desarrollo de numerosas sonoridades y osadías musicales. Sans, baterista catalán de biografía abundante en referencias y proyectos y al que resulta muy complicado ponerle una etiqueta concreta, estará a las 21:00 horas en El Albéitar para participar, junto a Marcel.lí Bayer (saxo alto), Cèsar Joaniquet (saxo tenor) y Paco Weht (contrabajo), en un concierto que dé cuenta de las razones estilísticas sobre las que queda sedimentada su propuesta. "Lo que intento con mi grupo es hacer un encuentro de la música improvisada, preocupada sobre todo por el sonido y la materia, con el jazz, más interesada por lo armónico y lo melódico".

La música improvisada, a cuya caracterización se ha entregado desde que se iniciara en la música, y el jazz han sido los referentes principales en una trayectoria, la de Sans, que alberga también su vocación como  artista plástico y que vivió un punto de inflexión decisivo cuando decidió afincarse, entre 2002 y 2008, en Bruselas, ciudad donde tuvo oportunidad de consolidar su apuesta por la música improvisada y el jazz y de estrechar lazos de colaboración  con músicos tales como Herb Robertson, Erik Vermeulen o Marc Ribot o con colectivos de danza y teatro. En Cataluña ya, además de abanderar su propio cuarteto (en el que figura habitualmente el contrabajista  Masa Kamaguchi), ha colaborado con el pianista mallorquín Agustín Fernández, figura de la improvisación europea, y los grupos Free Art Ensemble, Agentes 53210,  We Love You,  theZrio o  The Ezz-thetics, por citar algunas de los numerosos registros en los que  ha ido ahondando. "Los estilos están muy bien para los críticos, para la prensa.... Lo que hay realmente es un lenguaje compartido para cada momento". "Soy un músico de jazz que viene de la música improvisada", dice Ivo Sans en un intento de definirse. Sin embargo, no parece suficiente tal declaración para abarcar el alcance de su trabajo. "Cuando me siento en la batería lo que hago es escuchar. Por eso, me gusta poco tocar solo, de ahí que me resulte necesario tocar con músicos que me inspiren. A veces me sale más jazz, otras más  blues, más abstracto... Depende de lo que me den los músicos con los que toco".

Quiero que los músicos de mi grupo sean la extremidad de un mismo cuerpo Ahí está su contribución para ratificar la relevancia de Ivo Sans, que se confiesa autiodidacta, en el contexto de la improvisación. Y no  es precisamente poca. Plasmada en grabaciones como ‘WRY’, con Agustí Fernández e  Ilan Manouach, o las llevadas a cabo por el Free Art Ensemble (un proyecto auspiciado por el trompetista granadino Julián Sánchez), esta insiste en el continuo reto al que la improvisación le obliga. "Se trata de un proceso en el que juegas con los compañeros y donde resulta importante lo que te están dando y cómo están recibiendo lo que tú das y, además, te obliga a poner en juego lo que tú realmente eres. No puedes apoyarte en una partitura. No hay papel. Por eso, es importante conocer a los músicos con los que tocas. Es una conversación donde escuchas y aportas tus cosas". La música improvisada implica un riesgo para su ejecutante que pone de manifiesto la fragilidad de cada instante. "Cuando tocas una canción que todo el mundo conoce, funciona una y otra vez. Pero si lo haces con una que ni siquiera tú mismo conoces , esta tiene una fuerza increíble. No siempre funciona, y hay que asumirlo, por supuesto".

Cuando me pongo a la batería lo que realmente hago es escuchar "La teoría la sé, pero la verdad es que siempre estoy improvisando", contesta Ivo Sans cuando se le pregunta sobre qué prefiere, improvisación o partitura y ortodoxia. "De todas formas, siempre hay un punto de tensión toque lo que toque". Insiste en la importancia que para él tienen los músicos que le acompañan, razón por la que su cuarteto mantiene una sólida estabilidad desde hace años, ajustada a la idea de grupo que él sostiene. "Lo que quiero es que cada músico del grupo sea una extremidad de un mismo cuerpo, que la banda se mueva bajo el efecto de una lógica muy clara, que la cosa sea muy orgánica... Eso no impide que nos podamos sorprender unos a otros, algo que para mí también es importante. Hay que vivir la música". Son palabras que, claramente, justifican las razones por las que los dos discos del grupo han sido grabados en directo. "Cuando se va al estudio,  siempre se piensa que se está grabando un disco y eso significa que se está dejando algo para la posteridad. Esa conciencia pervierte el mensaje. La música se produce en el momento que hay una persona que se queda con la boca abierta allí abajo cuando le llega lo que le mandas desde el escenario.  El músico siempre tiene que dar lo mejor de sí y ese sentido, el de que había en la sala varias personas que querían oír más, está en mis discos. Eso no quita que haya discos a los que le vaya bien grabarlo en estudio". El cuarteto ya ha finalizado el registro de un tercer disco y también es en directo, lo que confirma que, de momento, "no tengo previsto hacer con el cuarteto nada en estudio".
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