Salvador González: "La minería en España está en sus mejores momentos"

La minería en el mundo a través de los sellos es la singular exposición que se inaugura en el Museo de la Minería de Sabero con 120 sellos de 39 países de la colección particular de González Solís, quien pronunciará una conferencia sobre el tema

Fulgencio Fernández
29/02/2020
 Actualizado a 29/02/2020
Algunos de los ejemplares de esta particular vuelta al mundo en 120 sellos de 39 países.
Algunos de los ejemplares de esta particular vuelta al mundo en 120 sellos de 39 países.
La minería es una actividad tan antigua como el propio hombre. Acompañó a éste desde sus orígenes; por ello, parece muy lógico creer que estuviera presente en los sucesivos documentos que dan fe de la historia;como la filatelia, desde que en 1840 apareciera en Gran Bretaña el primer sello, conocido como «penique negro», con la efigie de la reina Victoria, miles de millones han circulado como comprobante del pago de la carta o el paquete enviado.

Y la minería también ocupó en ella su espacio, generándose series o colecciones de sellos en distintos países, reflejando la riqueza y variedad de sus recursos, sus instalaciones más emblemáticas, la evolución del trabajo a ella asociado o conmemorando hechos relevantes de esta industria.

Éste es, precisamente, el hilo conductor de la exposición en se inaugura en este último día de febrero en el Museo de la Siderurgia y la Minería de Castilla y León con sede en Sabero (MSM), la historia de la minería a través de los sellos.

La muestra ha sido posible gracias a la valiosa colección del ingeniero técnico de minas Salvador González Solís, y experto en explosivos en la empresa MAXAM y un apasionado de todo lo relacionado con el trabajo y la cultura minera, que a lo largo de los últimos años ha conformado esta importante colección de sellos. «Una parte he ido adquiriéndolos en mis viajes de trabajo y otra parte son obsequio de mis compañeros, que conocen y comparten esta afición».

- ¿En números?
- Para la muestra son 120 sellos de 39 países diferentes, no está mal.

- Para un ingeniero técnico perpetuar la mina en sellos ¿es admitir que la minería es algo del pasado, como los sellos, para guardar en un museo?
- Nada más lejos de la realidad. La minería en España está en uno de sus momentos de mayor crecimiento. Nuestro país tiene la fortuna de ser muy rico en diversos minerales que son fundamentales en el desarrollo tecnológico y la transición energética. Necesitamos que esta tendencia se mantenga y crezca aún más la minería, creando empleo estable y seguro, atrayendo inversores y generando riqueza. Hay muchos proyectos muy interesantes que deberían salir en breve, alguno de los más importantes en Castilla y León».

Pueden parecer extrañas las palabras de González Solís cuando León lamenta el final de la minería... del carbón, no de la minería. Y amplía sus explicaciones: «La Unión Europea también se ha dado cuenta de que necesitamos un suministro de materias primas fiable para garantizar la subsistencia y competitividad de nuestras industrias tecnológicas frente a las chinas, rusas o del sudeste asiático. El teléfono móvil que tiene mi guaje, por ejemplo, necesita de 75 minerales distintos para fabricarse».

- Muchas veces se recibe con recelo en las poblaciones el anuncio de nuevas explotaciones.
- Cierto que a veces se forma cierto revuelo en contra de la minería, pero casi siempre antes de que se ponga en funcionamiento las minas y por gentes que, muchas veces, son forasteros o no viven la realidad de la ‘España Vaciada’. Sin embargo, no había más que ver las manifestaciones que se producían cuando se anunciaba el cierre de una mina para ver que la aceptación de la minería, donde ha estado, es muy alta».

- ¿Qué me dice de un nombre que está en boca de todos, el coltan?
- Pues que el coltan se puede producir aquí al lado, a 200 kilómetros de León, en Orense, cumpliendo con todas las normas de calidad, seguridad y medio ambiente y creando empleo en nuestra región, o se puede traer del Congo, con niños prácticamente esclavizados trabajando en condiciones lamentables en minas de dudosa legalidad y ninguna salubridad. Hay que ser sinceros, como sociedad, debemos decidir qué es lo que queremos. No cerrar los ojos.

Ha explicado este experto en explosivos que un simple teléfono móvil puede precisar 75 minerales diferentes en su fabricación, pero ¿de dónde salen?, ¿también están las minas cerca, como en el caso del coltan? «Claro. En Salamanca, por no ir más lejos, en Barruecopardo, se produce wolframio, uno de los 3 elementos químicos descubiertos por científicos españoles, que se usa en el sistema de vibración de los móviles. Otro de los que se usa es el oro, esencial para los microchips, y que se puede producir a tan solo 150 kilómetros de León en la mina de Orovalle, en Asturias. Y en Andalucía, entre Huelva y Sevilla, están las mayores minas de cobre y zinc de Europa, en las que, por cierto, me he encontrado con muchos paisanos trabajando tanto en la mina como en las salas de control remoto de vehículos».

La propia expresión de la sala de control remoto de vehículos nos lleva a otra minería muy diferente a la que llamamos tradicional, la que nos remite a las cercanas minas de carbón de las cuencas leonesas y asturianas. «Ahora, muchas minas disponen de vehículos que se mueven por el interior de ellas controlados a distancia desde una sala de control, sin riesgo para el trabajador ni de accidente ni de enfermedades laborales. Por medio de wifi, se controla en todo momento quién está dentro y quién no y se trasmite toda la información, incluido el estado de salud de los mineros, a la sala de control. También se ven ya en las grandes minas camiones de 100 toneladas o más totalmente autónomos, sin conductor, con rutas programadas entre los frentes de carga y los molinos de mineral». Y remata: «¡En las minas, cada vez trabajan más informáticos y programadores que mineros!».

El fin de la minería del carbón se quiso justificar en factores medioambientales, los mismos que se argumentan a la hora de oponerse a nuevas explotaciones de otros minerales, como ha explicado Salvador González Solís, quien se muestra contundente en su análisis. «Es rotundamente falso. Las empresas mineras tienen claro que la aceptación social es fundamental para su consolidación y supervivencia. Y que la protección del medio ambiente es algo fundamental para obtener esa aceptación. Es lo que llaman ‘licencia social’, pues si dañas el medio ambiente dañas nuestro futuro y el de nuestros hijos, y eso es algo con lo que no se puede ni bromear. Las empresas mineras han sido conscientes desde hace años de esta situación y se están tomado muy en serio la preservación del medio ambiente».

Y lo ilustra con su propio ejemplo:«Yo trabajo desde hace casi 30 años en MAXAM, una multinacional española que lleva operando en nuestro país de manera ininterrumpida desde hace casi 150 años. En ella trabajamos más de 1.500 personas en España y cerca de 6.500 en todo el mundo, en la mayor mina de cielo abierto de Chile y en países tan distantes como Canadá, Australia, Rusia, Mongolia o Ghana. Aunque la última fábrica la hemos construido en China, la principal sigue siendo la que tenemos en Burgos, donde trabajan cerca de 500 personas. Alrededor de la fábrica, hemos repoblado más de 1.000 hectáreas con un millón seiscientos mil árboles que, por cierto, se riegan con el agua que es depurada de la fábrica. También instalamos 30 megavatios de energía eólica para asegurarnos de que la energía que consumimos sea renovable. Y hasta colaboramos en un programa de conservación del caballo Losino, una raza autóctona , para los que preservamos un sector arbolado de 75 hectáreas», explica el coleccionista, quien añade que «estos son los valores que quiero transmitir a mi hijo... junto a la colección de sellos del mundo, claro».
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