La orquestina pone calor. Y van encadenando títulos que además de conocidos parecen pensados para la jornada de la Feria. «Vamos todos la fiesta / allí vas a encontrar / amigos de verdad (los libros, imagino)» y a continuación se marcan el «saca el güisqui Cheli para el personal...». No viene mal para combatir el frío, salvo que la DGT diga lo contrario.
Desde el pregón se apostó porque la Feria fuera también fiesta. Y este sábado se cumplió el objetivo, fue una fiesta que comenzó por la mañana con protagonismo berciano, del viejo Vierzo, con la demostración de poderío de Valentín Carrera en la edición especial treinta aniversario de suEl viaje del Vierzo, en colaboración con el fotógrafo Anxo Cabada, editado por el Instituto Leonés de Cultura en su colección Breviarios de la Calle del Pez; de ahí la presencia arropándole de Alonso Ares, por el ILC, y los escritores José María Merino y Juan Pedero Aparicio ¿Más fiesta? Bueno sí, las cosas que de él dijeron, nada nuevo en la trayectoria de este escritor que explicó la decisión de hacer aquel viaje a caballo porque «el caballo es el vehículo que ha usado la humanidad durante siglos». La nueva edición incluye un apéndice que han titulado Cuaderno de Friburgo.

Sirvan como ejemplo, no se puede citar a todos los que estuvieron ni recoger frases de todos ellos, la Feria del Libro, la Fiesta del Libro, como bien explicaba Juan Pedro Aparicio en su pregón a lo que invita es a lo que decían Los chicos de oro, acudir a la fiesta, encontrar a los autores, charlas con ellos, saber los entresijos de cada cosa, viajando de Marta Prieto a Ricardo Chao, escuchando a Joquín Alegre viajar de las alegrías de los autores a las penurias delos editores, poder escuchar a José María Merino, conocer el lado cercano del fiscal Avelino Fierro, que parece un cargo hecho para mirarlo desde la distancia pero te invita a abordarlo con esa eterna sonrisa que parece decirte que no tengas miedo.
Hay de todo en la Feria. La tarde tuvo un hueco para esos nuevos fenómenos que se acercan, como el ‘Volando alto’, de Natalia Sanchidrián, que decía ser ««una invitación al viaje más importante de nuestra vida, que es el del autoconocimiento. Conocernos a nosotros mismos nos ayuda a identificar emociones y creencias que nos limitan, muchas de las cuales ni siquiera son nuestras porque las impone la sociedad o el entorno familiar desde la infancia».
Llega la hora del cierre. La orquestina anima al baile, a la fiesta, que este domingo sigue, tiene una nueva cita. Con los lectores y tal vez con el calor.