Ruta inclusiva de la mitología leonesa

La creación de esta senda fue ideada hace apenas cinco años de la mano de Camino Gutiérrez y los vecinos de la localidad

Vicente García y Marce Fernández
09/02/2024
 Actualizado a 09/02/2024
La Hueste de Ánimas. | MARCE FERNÁNDEZ
La Hueste de Ánimas. | MARCE FERNÁNDEZ

Carande es uno de los lugares que no quedó bajo las aguas del pantano, debido a su mayor altitud, lo que sí ocurrió con la localidad próxima de Salio. Entre las rutas de pequeño recorrido, señalizadas en la provincia leonesa, la del valle de Salio fue una de las programadas, aunque en estos momentos en algunos puntos se encuentra algo descuidada. El camino que se va a hacer coincide en algún tramo con esa ruta y es un sendero local con el nombre de SL-LE 7.

Carande, la localidad del municipio de Riaño y su senda, ya están fusionados en sus términos. De tal manera que es imposible poner en un buscador de internet el nombre de Carande y que no salga asociada la Senda de la Mitología, sin duda un acierto contrastado que ha servido para promocionar tanto un pequeño y bonito pueblo de montaña como un entorno natural privilegiado, conocido hasta entonces solamente por unos pocos.

El proyecto de creación de la senda comenzó hace apenas cinco años, con la materialización de la idea original y el empeño de Camino Gutiérrez y los vecinos que forman parte de la asociación cultural de Carande, y que se ha terminado de completar recientemente con la ejecución de una segunda fase, en la que se han añadido nuevas esculturas en madera de los seres mitológicos de la montaña leonesa, que dan nombre a la ruta.

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El Diañu. | MARCE FERNÁNDEZ

La ruta es circular, por tanto, sale y finaliza en la localidad de Carande. Se encuentra convenientemente señalizada desde comienzo a fin, no ofrece ninguna dificultad técnica ni cuenta con desniveles significativos, no obstante, siempre es aconsejable prepararla con antelación, estar atento a la señalización y realizarla con luz solar salvo que se cuente con experiencia previa en su recorrido.

En época de deshielo puede haber zonas embarradas o encharcadas y sería necesario vadear algún arroyo, por lo que es aconsejable informarse previamente sobre el estado del recorrido. Por lo demás su realización es un auténtico disfrute, ya que el escenario natural sorprende siempre a los no familiarizados con el bosque cantábrico, donde los robles, hayas, avellanos y acebos nos permiten caminar por su interior a través del sendero, para descubrir, en su transcurso, las tallas en madera de los seres mitológicos que se van sucediendo a su paso, tales como el trasgu, la vieya del monte, el diañu, la mora, el cuélebre, el reñuberu, la güeste de ánimas, etc. haciendo el recorrido entretenido y ameno, especialmente para los más pequeños, que así encontrarán una gran motivación para iniciarse en la saludable práctica del senderismo en los entornos natural.

 

La ruta

El estacionamiento se encuentra en una explanada a mano izquierda, justo antes de entrar en el pueblo de Carande, que, atendiendo ya a la señalización, se deja a mano derecha para iniciar un recorrido por el camino rural que bordea la cola del embalse de Riaño y en el que se disfruta de las vistas del propio Riaño, de la ermita de Quintanilla del siglo XVII que está a la orilla y también de las muchas cumbres que se reflejan en el agua.

Lo apropiado del trazado permite la utilización de las herramientas de movilidad habituales para que las personas con discapacidad puedan realizar la ruta y que en esta ocasión es realizada por dos personas con discapacidad física y otras dos con ceguera.

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La vista del Nuevo Riaño con la ermita de Quintanilla en primer lugar. | VICENTE GARCÍA

El transcurso del camino rural se separa poco a poco del embalse, camino que, atendiendo a la señalización, se dejará para proseguir por una vereda, antes de llegar al collado de La Carrizosa, descendiendo a las praderas de Los Pandos, buscando en ella la señalización que se internará en un valle de avellanos y robles donde se encuontra la primera representación, en este caso el de la Vieya del Monte.

Se continuará en ascenso por una estrecha senda próxima al arroyo y con subida progresiva hasta su culminación, donde ya comienza el descenso para coger el camino, con buen firme, que viene de Salio. Es ese cruce en el que hay que prestar mayor atención para continuar de nuevo hacia la derecha con dirección a Carande y subiendo a través de un bonito hayedo, donde se encuentran las esculturas del Diañu, La Mora (en una pequeña y bonita laguna) y el Cuélebre, todas ellas al lado del camino y antes de llegar al mirador del Reñuberu, cuya acertada ubicación merece un descanso en el camino para contemplar el paisaje y las cumbres que lo componen, como Las Pintas, Gilbo, Yordas o incluso Torresanta, ya en los Picos de Europa, que se puede identificar con facilidad gracias al panel explicativo que allí está colocado.

A partir de aquí ya solo resta descender de forma continua hasta Carande, donde finaliza este interesante y didáctico recorrido.

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