Además las gentes de los pueblos de este municipio se preocupan por mantener las antiguas tradiciones y costumbres y recuperan del olvido y de la pérdida recorridos como el que aquí se plantea, que ha sido una ruta que se había perdido invadida por la maleza y que sencillamente han desbrozado, reparado los senderos para evitar su pérdida y la han señalizado para que los visitantes no tengan problemas en realizarla.
Entre las rutas que han aparecido en estas páginas se puede destacar la de los castros que incluye restos arqueológicos y también es adecuada para los niños. La del mamut, el atractivo nombre que hoy proponemos, es una ruta adecuada para realizar también con niños pequeños porque posibilita una salida a la carretera para hacerla aún más corta o una vuelta por el mismo camino.


Esta senda es cómoda, fresca entre árboles como avellanos, robles y cerezos hasta encontrar una parada en la que han colocado dos bancos hechos con palés y un panel a modo de casita como albergue para insectos.
La ruta continúa siguiendo el sendero, la parte que mejor se ha preparado, pues se han modificado los taludes colocando troncos y gravilla, es un agradable recorrido en sombra hasta encontrar el punto clave de la ruta, que es la visión de una roca con un arco que resulta ser la cabeza y la trompa del mamut y la verdad es que bien lo parece, aunque las ramas de los cerezos impiden una completa visión de la roca con forma de ese animal. Ascendiendo un poco por una cuerda se puede mejorar la visión sin ramas que la impidan, pero el suelo es resbaladizo, teniendo que poner cuidado sobre todo con el piso mojado.
Tras la contemplación del mamut se continúa por la senda todavía en zona sombría y arbolada al lado del Valdellorma. Cuentan que este tramo estaba invadido por la maleza y era impracticable, por lo que no se podía apreciar la figura.
Al final se sale del bosque y el camino baja hacia la carretera. Sin embargo un cartel a la izquierda que indica la subida, muestra el camino de la cresta hacia la Gobia. Quien desee volver al punto de partida por la carretera puede hacerlo en ruta más corta, si los días son calurosos y no se desea subir más se puede volver por el mismo camino, pero lo interesante es seguir hacia el alto de la Gobia, en cuya crestería hay vistas extraordinarias hacia Oceja, dominada siempre por el alto de la Camperona.
Arriba hay, en la parte más alta de 1116 metros, un anemómetro. A continuación comienza una suave bajada y se ve al fondo la inmensa mole de Peñacorada para seguir entre algunas encinas, hasta una pequeña collada donde comienza la bajada hacia el camino de Yugueros.
Se vuelve a entrar en el bosque, esta vez de hayas, robles y muchos avellanos, un hermoso y fresco sendero que llega al final al camino que viene de la localidad de Yugueros y se toma hacia la izquierda para volver. La vuelta es entre praderas y bosques de robles, pasando por el cruce donde se entró a la senda del Mamut, volviendo por el puente sobre el río y terminado en la calle de la calleja y en el bar de Oceja, donde finaliza la ruta.