Valdemaría es un hermoso valle de apenas tres kilómetros de longitud, que baja entre rocas y praderas al río Curueño. Tiene un gran pinar en su ladera norte al que no se llega, y el arroyo a finales del verano está seco porque solamente hay un poco de agua cerca de la majada.
La ruta que se plantea es la más sencilla de las que se pueden llevar a cabo, y se puede alargar de muchos modos. Sin embargo, su sencillez y la belleza de los parajes, siempre dominados por el Pico Bodón son los puntos que la hacen que resulte más atractiva.
El valle del río Curueño es garantía de belleza y atractivo en muchos de sus lugares sus vistas a las montañas circundantes son especialmente hermosas, con la majestuosidad del Bodón presidiendo siempre el panorama, además de existir otros enclaves especialmente atractivos.
Es importante tener en cuenta el momento en el que se realiza la ruta, ya que hay zonas que pueden estar encharcadas y caminos perdidos que pueden tener una mayor maleza o pueden estar desbrozados en algún momento, por ello es interesante tomar el recorrido como una línea que puede ser modificada por las circunstancias.
Desarollo de la Ruta
Se inicia la ruta en la localidad de Tolibia de Abajo, en la zona de la iglesia y el polideportivo. Caminando en dirección Este se llega al cruce hacia Tolibia de Arriba, que no se sigue, sino que se baja un poco a las calles de la localidad para caminar hacia el arroyo de las Tolibias y una vez que se sale de Tolibia se cruza el puente sobre el arroyo y allí han colocado recientemente un parque infantil y otro de adultos. Si los niños quieren jugar pueden hacerlo o bien dejarlo para la vuelta pues pasa de nuevo por este punto al finalizar la ruta.
Se sigue por la pista recientemente asfaltada, siendo posibles dos opciones, por un lado la más corta es tomar el desvío a la izquierda y subir por la pista hasta encontrar un banco, por otro lado, más complicada, salir a la carretera, andar unos metros y, al encontrar una entrada a la izquierda con valla, abrir la valla, pasar y tomar el camino que sube y que va a dar al mismo banco de la otra variante. Desde el banco se puede subir una cuesta para contemplar la localidad de Tolibia, aunque en el verano la vista queda incompleta a causa del tupido arbolado existente.
Volviendo al banco se continúa por la pista que va hacia el arroyo Valdemaría, a la izquierda se van viendo prados y a la derecha el pinar que sube hasta la base de la Peña de la Caldera, que, siguiendo por la pista, baja por contrafuertes rocosos en la parte del Este. Al poco de haber pasado el banco se ve un camino a la izquierda que va hacia el Canto del Castillo y se va a tomar a la vuelta, por lo que se continúa pista adelante.
Siguiendo la pista se deja a la izquierda una zona de prados para pasar poco después a un vallejo de matorral y argayado, con un tono rojizo en su tierra, y a la derecha comienza una parte de roca caliza donde en 2019 había una construcción en ruinas que hoy ya no existe. A continuación se entra en una gargante o estrechamiento rocoso por ambos lados donde hay unas estructuras metálicas para el ganado, y en esa zona de roca que baja de la Peña de la Caldera hay alguna cueva y otros lugares de interés. Tras las estructuras se sigue con un muro de piedra a la derecha que separa de prados que bajan por el arroyo del valle que se trae hacia abajo. Un poco más adelante se llega al cauce del arroyo Valdemaría, encajonado en su parte alta y baja por muros rocosos. Al otro lado, el camino sube hacia otra majada y continúa en la ruta que en su día se anduvo y salió en estas mismas páginas el 12 de marzo de 2019.
Sin embargo, visto el valle del arroyo con los niños, se va a volver por el mismo camino y en el cruce anteriormente citado se gira a la derecha para pasar debajo del Canto del Castillo, donde existe un espacio con muros para el ganado, y allí se va a continuar por la derecha subiendo sobre los muros, para girar a la izquierda y pasar bajoel Canto del Castillo entre los montes para continuar subiendo hasta que el camino pasa bajo un árbol, donde se opta por bajar a los prados que están en zona que en alguna de sus partes se suele encontrar encharcada, para subir hasta la parte alta en la que se va a encontrar la traza de un camino casi perdido que se va a seguir bajando hacia la izquierda, inicialmente sin problemas, aunque, al llegar junto a unos prados con cuatro chopos, el camino se llena de maleza y se debe abandonar subiendo la barda y seguir por los prados hacia la derecha hasta que en un momento se encuentra otro camino de bajada no demasiado evidente, pero sin maleza y con buen sitio para andar, un camino que llega al parque infantil que se pasó a la ida al salir de la localidad. Sin embargo este camino finaliza en un pastor eléctrico que hay que saltar y también se salta el muro del parque infantil.
Una vez allí los niños pueden jugar, si lo desean, para después cruzar el puente sobre el arroyo de las Tolibias, pasando por las calles de la localidad, cruzar la carretera con cuidado y llegar al punto de partida donde finaliza la ruta.