El ‘regreso’ de La Pasionaria a León, donde había sido candidata en 1931

Dolores Ibárruri, La Pasionaria, que fue candidata por León en las elecciones de 1931, ‘regresa’ esta semana a la ciudad con la presentación del libro ‘El único camino’, un recorrido por su figura escrito por su nieta Amaya Ruiz Ibárruri

18/03/2024
 Actualizado a 18/03/2024
Enérgico gesto de Dolores Ibárruri, La Pasionaria, ya con 82 años, en León. | FERNANDOR UBIO
Enérgico gesto de Dolores Ibárruri, La Pasionaria, ya con 82 años, en León. | FERNANDOR UBIO

"Es la historia de una vida extraordinaria y una familia que ha estado en primera línea de la historia de España en buena parte del siglo XX". Con estas palabras definió Lola Ruiz Ibárruri el libro que este martes se presenta en la Fundación Sierra Pambley, titulado ‘El único camino’; una completa biografía de su abuela, Dolores Ibárruri, conocida como La Pasionaria.


En la presentación, organizada por la Fundación Jesús Pereda de CCOO Castilla y León, estará presente la citada Lola Ruiz-Ibárruri Sergueyeva, su nieta, que vivió con Dolores siendo niña y de la que siempre recuerda un consejo: "Tienes que estar bien preparada". Parece que le hizo caso pues esta nieta de Pasionaria estudió 10 años en el conservatorio de Moscú, también estudio danza y llegó a bailar con la legendaria Maya Plisétskaya, fue periodista en América Latina y en  los años 80, como hiciera su abuela, regresa a España, donde ha trabajado como periodista, traductora de inglés y ruso (habla cinco idiomas) y se ha volcado en presentaciones de libros como  ‘Biografía de Dolores, no pasarán’, de Mario Amorós y ahora ‘El único camino’, también cuidada por el historiador Mario Amorós, además de las memorias de Dolores Ibárruri, publicadas originalmente en 1962 como un testimonio imprescindible sobre la historia de España en un momento crucial, incluye también las memorias inéditas de la única de sus hijos que le sobrevivió, Amaya Ruiz Ibárruri, que ofrecen un contrapunto a las primeras. Recuerda Lola Ruiz Ibárruri que no todas las biografías o libros han ‘hecho justicia’ con su abuela, y hasta ofrecía nombres, por ejemplo, en la presentación realizada en Elche hace pocas fechas: "Mario Amorós estudió a fondo nuestro archivo y publicó ‘Dolores Ibarruri. No pasarán’, la mejor biografía sobre ella; aunque hubo otras muy interesantes de Teresa Pámies o Irene Falcón; en la otra orilla estaría Vázquez Montalbán, que copió parte de las memorias y, por cierto, no pagó derechos de autor a la familia y también hay  un conocidísimo escritor vivo al que mi madre le contó la historia para un libro de memorias y publicó un libro con su nombre".

La Pasionaria también estuvo en León en un multitudinario mitin en 1977, apoyando la candidatura del PCE para las elecciones generales. | FERNANDO RUBIO
La Pasionaria también estuvo en León en un multitudinario mitin en 1977, apoyando la candidatura del PCE para las elecciones generales. | FERNANDO RUBIO


Al hablar del archivo familiar que estudió Amorós quiere resaltar el mérito de hacerlo, pues es un trabajo realmente ingente. "Mi madre y yo estuvimos durante 40 años reuniendo documentación, hemos recorrido archivos, museos, filmotecas, países; no era fácil pues su vida fue un peregrinaje continuo de un país a otro, los años del exilio y estaba perdida parte de su historia; tanto que llegamos a reunir 150 cajas de documentos, 100.000 folios y 10.000 fotografías en su archivo. Al saber de su existencia muchos historiadores y periodistas se acercaban a conocerlo y se echaban para atrás al ver tantas cajas, hacían un reportaje; hasta que llegó Amorós, de ahí su mérito". 


A la hora de hablar de su abuela en las presentaciones a las que ha acudido Lola Ruiz Ibárruri lo primero que reivindica es la vigencia, más de un siglo después, de aquello que defendía La Pasionaria, no solo en su activismo político en sus recordados mítines, también en artículos o colaboraciones en medios de comunicación, a los que siempre estuvo muy vinculada. "Por citar dos temas tan de actualidad, el feminismo y el fascismo; recordaría que en 1933 publicó el artículo ‘ A igual trabajo, idéntico sueldo’ y mira como estamos hoy; y en 1936 otro titulado: ‘Atrás la caverna, atrás el fascismo’, y mira como estamos hoy".


Centrándose en el feminismo, uno de los caballos de batalla de Pasionaria, Lola Ruiz cree que hay que pensar en los tiempos en los que su abuela defendía estas tesis novedosas. "Dolores nació a finales del siglo XIX, cuando el feminismo se entendía solamente como sufraguismo, porque las feministas de la época eran de la llamada burguesía ilustrada. Ella levanta la voz, quiere ser diputada, y quiere llevar el feminismo a las familias, es cuando dice aquello de que la mujer no debe ser la esclava del esclavo. No hay que olvidar que ella misma pierde cuatro niñas por una enfermedad llamada pobreza". 


Al repasar Lola Ruiz Ibárruri las posturas y presencia de su abuela en la vida pública recala en una curiosa situación. "Fue en el año 1931, cuando se daba la paradoja de que la mujer tenía derecho a ser diputada pero no tenía derecho al voto y, además, los candidatos se podían presentar en todas las circunscripciones electorales que quisieran. Entonces Dolores Ibarruri decidió presentarse por el País Vasco, por Asturias, por León y por Palencia; es decir, por todas las cuencas mineras de la zona norte, donde su postura y su discurso podía tener más calado". En aquella legislatura, en la que Ibárruri no fue elegida fue cuando Clara Campoamor logra el sufragio universal. En 1933 se volvió a presentar a las elecciones La Pasionaria, nuevamente sin éxito, "pero sí lo logró a la tercera, en 1936".  


También fue Dolores Ibárruri la primera mujer que llegó a ser secretario general de un partido Comunista, en 1942, y también España fue en 1931 el primer país latino con derecho a voto de la mujer, "algo increíble si pensamos que teníamos al lado a la Italia fascista".


Cree Lola Ruiz que fue muy importante en la trascendencia pública de su abuela la vinculación con los medios de comunicación, escribiendo en unos, fundando otros como la histórica Radio Pirenaica. "El que se conserven archivos con su voz en la radio, sus artículos… le ha dado más visibilidad y presencia; hay muchos menos recuerdos de otras mujeres importantes, como Clara Campoamor o Victoria Kent". Y aborda otro aspecto de esta presencia pública en "estos tiempos con tantos gabinetes de imagen", la de "su imagen de mujer trabajadora, la mujer de luto por uno de sus hermanos, que siempre habla de los necesitados. Algo que hoy sigue vigente y sería más necesario que nunca"; pues ‘la abuela’, explica Lola, "hablaba de un feminismo muy necesario, dentro de algo más: los estudios, la sanidad, la jornada laboral de 8 horas. La mentalidad católica de su familia, carlista, le impidió estudiar en la Escuela Normal pese a tener medios y ella lucha contra esa mentalidad conservadora. La elección del único camino, cuando se casa con Julián Ruiz, quien se definía diciendo ‘soy minero de mucha honra’, que quedó inválido muy joven, en tiempos que en la mina había silicosis y hasta tuberculosis, por eso se pone a luchar contra estas lacras, y por la mujer".


Si tuviera que elegir una preocupación de Dolores Ibárruri en su militancia política tiene claro Lola Ruiz que sería la unidad en su partido, el PCE. "Recuerdo las broncas terribles en casa, en el 68, cuando Enrique Líster le contaba que había fundado su propio partido. Después, cuando Carrillo abandona el Partido ella vuelve a apostar por la unidad, en torno a Gerardo Iglesias, minero, como el abuelo. Su gran pena era ver cómo El Partido se hacía pedazos. Y ahora, en el siglo XXI, volvemos a ver la necesidad de la unidad y el consenso para dedicarse a mejorar la vida de los necesitados, los parias de la tierra. Por eso sigue vigente su figura, dedicada a mejorar la vida de la mujer, la familia y la sociedad; su gran legado es saber anteponer los intereses de la sociedad a los suyos". 


Este martes estará Lola Ruiz Ibárruri en León recordando la figura de su abuela: "Aquella maravillosa voz de una figura enlutada, coherente, viva, y fuerte como un roble". Así la recuerda su nieta.

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