Debuta, como novela editada, pues Gallego explica que "llevo escribiendo desde toda la vida, desde que era estudiante de Primaria... lo que ocurre es que tampoco ningún editor se había preocupado por ellas y lo que tengo muy claro es que no me voy a autoeditar, ya hay demasiadas publicaciones en la calle como para que ahora me autoedite".

Al margen de ello, Rafa Gallego es profesor de Filosofía, filósofo de formación y de vivencia, incapaz de escribir una linea sin abrir una reflexión, y en este libro propone, sobre todo, "una reflexión sobre el tiempo y el amor, pues el tiempo es lo que tenemos y el amor nos propone la forma de llenar el tiempo. Y elijo para ello el amor más puro que he podido imaginar, que seguramente no es real o al menos yo jamás lo he conocido, es un amor ideal, pero sí quería llevarlo a esta historia y he disfrutado con ella".
Comparte Rafa Gallego la idea de gente como el poeta Llamas cuando asegura que "la poesía sin filosofía o la novela sin filosofía no es ni poesía ni novela". Dice Gallego, "lo suscribo; y lo completaría con otra reflexión, que la filosofía es solamente una forma de literatura, y añadiría que es una forma de periodismo... es mi formación, la que yo tengo, que otros llaman estilo. No se abordar nada sin proponer una reflexión, para el entretenimiento sin ningún condimento ya está televisión que soportamos hoy en día".
Rafa Gallego, que lleva muchos años afincado en León, es manchego de nacimiento y ejerciente y en La Mancha ubica esta novela corta ‘Déjame decirte qué día es hoy’, en la que una mujer sufre un accidente y pierde la memoria, y deciden vivir. Es una historia que arranca en los años 50 y llega hasta los 80, con dos personajes, Teresa y Pablo, que son los terratenientes del pueblo. «Él es aquello que llamábamos el paternocacique, algo que hemos conocido, que hemos vivido en aquella España rural que se relacionaba con el poder y la opresión de una manera curiosa, siendo capaces de llevar una vida libre. Un bienestar tranquilo que propicio un salto sin que fuera al vacío en este país en el que somos aquello que recordamos».