¿Quiénes fuimos en la montaña?

Pedro Ludena comenta la película 'La sociedad de la nieve' de Juan Antonio Bayona

29/12/2023
 Actualizado a 29/12/2023
Los supervivientes de ‘La sociedad de la nieve’. | NETFLIX
Los supervivientes de ‘La sociedad de la nieve’. | NETFLIX

‘La sociedad de la nieve’
Director: J. A. Bayona.
Intérpretes: Enzo Vogrincic, Matías Recalt, Agustín Pardella, Esteban Kukuriczka.
Género: Aventura/ Drama.
Duración: 144 minutos.

Entre fechas tan señaladas no a todo el mundo se le ocurre ir al cine, muchos menos a ver una producción española y aún menos irán sabiendo que podrán disfrutar de la misma película dentro de una semana sin moverse de casa, cortesía de Netflix. Sin embargo, ‘La sociedad de la nieve’ es una historia de improbables, capaz de llenar salas hasta arriba un 27 de diciembre. Si los pasajeros de un vuelo desaparecido consiguieron sobrevivir 72 días en los helados Andes gracias a su esfuerzo y perseverancia, esta nueva adaptación de su odisea no se queda corta en méritos para conseguir sacar a la gente de la calidez de sus navideños hogares y enfrentarlos al frío inclemente de una experiencia terrorífica y catártica a partes iguales, que puede ser, y para mi ha sido, la experiencia cinematográfica del año. 

El relato que narra ‘La sociedad de la nieve’ es de sobra conocido, gracias en gran medida a la multitud de adaptaciones literarias y cinematográficas que han tratado de retratarlo, destacando la famosa ‘Viven’ (1993). En el año 1972, un avión uruguayo que transportaba a un equipo de rugby y a sus acompañantes a un partido en Santiago de Chile se estrelló en el medio de la cordillera andina, donde los supervivientes permanecieron más de dos meses sufriendo temperaturas extremas, avalanchas y hambre; viéndose obligados a alimentarse de los cuerpos de los que una vez fueron sus amigos para poder volver a casa.  

Detrás de esta producción hispanoamericana se encuentra Juan Antonio Bayona, actualmente uno de los directores españoles de mayor reconocimiento internacional gracias a cintas como ‘Un monstruo viene a verme’ o ‘Lo imposible’, su primera toma de contacto con el cine de supervivencia. No es exagerado confirmar a Bayona como el artesano de ‘blockbusteres’ más rentable del cine español, ocupando las dos obras mencionadas el quinto y el segundo puesto respectivamente entre las películas más taquilleras de la historia de España. Su capacidad de conectar con el público contando historias cargadas de emoción sin renunciar al entretenimiento más ‘mainstream’ le han llevado a ver su nombre asociado al de Steven Spielberg. No es casualidad que J.A. fuera el elegido para continuar con el legado del legendario director con la secuela de ‘Jurassic World’, heredera espiritual de ‘Jurassic Park’. Para colmo, a imagen y semejanza del americano con la segunda parte de su saga jurásica, ‘Jurassic Park: El mundo perdido’, la continuación de Bayona tampoco fue su mejor trabajo, que digamos. En esta ocasión, ha sido Netflix la que se ha fijado en este ‘rey Midas’ ibérico, quien bajo su manto ha filmado no solo el mejor filme de su carrera, sino una de la mejores propuestas de todo el catálogo de la plataforma, una obra destinada a verse en los salones de casa, pero rodada para experimentarse en la gran pantalla. 

Y es que ‘La sociedad de la nieve’ más que una película es una experiencia. Aunque tuve la suerte de verla en el Festival de San Sebastián hace unos meses, aún no puedo poner en palabras la sensación que viví, y que he vuelto a sentir por segunda vez este miércoles, durante la escena del accidente de avión. Son muchas las veces que se ha tratado de impactar al espectador con escenas de accidentes, ya sean aéreos o por cualquier otro medio, pero nunca había sentido tanto el terror y el peligro como con la plasmada por Bayona. La mezcla de sonido te sumerge entre los gritos de pánico, el ruido del motor cada vez más cerca de las montañas, el silencio eterno antes del impacto y, por fin, el estruendo del fuselaje resquebrajándose y de los huesos rompiéndose. Uno lo pasaría mal hasta con los ojos cerrados. 

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Este solo es el primer ejemplo de muchos que se sucederán a lo largo de las dos horas y veinticinco minutos que dura ‘La sociedad de la nieve’, donde el vello se te eriza como si sintieras el mismo frío que los supervivientes en tus propias carnes. Un nivel de inmersión logrado por un dirección magistral de Bayona, que como todo gran director, sabe orquestar todos los instrumentos a su disposición. A pesar de la inmensidad de la historia, que transcurre casi enteramente a 4000 metros de altura entre los panorámicos Andes, la cámara se centra en los personajes, a los que filma a pocos centímetros de sus rostros, quemados por el sol y el hielo, que expresan un sufrimiento más allá de lo humanamente soportable, mucho menos verbalizable. Este retrato no sería fidedigno de no ser por las intachables actuaciones de los prácticamente desconocidos actores, cuyas prometedoras carreras permanecerán marcadas por el que para muchos de ellos será el papel de su vida, por el que cada vez que salgan en otro proyecto se les reconocerá como ‘El que sale en ‘La sociedad de la nieve’; así de buenas son, para enmarcar. 

Tal y como Spielberg entendía perfectamente la importancia de la música en su obra, donde la trataba como un personaje más, Bayona le concede un papel clave, interpretado sublimemente por Michael Giacchino, compositor consagrado de bandas sonoras de éxitos de Pixar como ‘Up’ o ‘Ratatouille’, que eleva y mantiene la carga emocional durante la totalidad del largometraje, provocando respiraciones contenidas hasta un final donde el ya el icónico tema musical de ‘La sociedad de la nieve’ desborda la emoción y lo que entonces se contienen son las ganas de gritar de alivio y de puro entusiasmo. 

Bayona busca mostrar la tragedia sin tapujos, atrapando a la audiencia como si fuera un pasajero más, obligándoles a echar un feo vistazo a lo más profundo del ser humano, que es capaz, con la motivación adecuada, de hacerse a un lado para liberar el instinto animal de supervivencia, que le empuja más allá de los límites de la moral. No obstante, son estos vestigios de humanidad los que mantienen con vida a unos jóvenes que hubieran perdido la esperanza de no haberse tenido los unos a los otros, de no haber construido esa comunidad nívea; de que a pesar de quienes fueran en las montañas, nunca olvidaron quienes realmente eran. 

En pocas palabras, ‘La sociedad de la nieve’ no es la preseleccionada española para los premios ‘Oscar’ por nada. Un relato de superación, drama y aventura, con una dirección que recuerda a la del más inspirado Spielberg, son las claves de la mejor obra de la filmografía del enorme Bayona, quien vuelve a demostrar que la Península se le quedó pequeña hace ya mucho tiempo. 

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