Entre el galimatías que se produce en el último tercio del siglo XIX con respecto a la promoción, construcción y explotación de diferentes líneas ferroviarias, dentro de esa modesta revolución industrial peninsular, conviene fijarnos en la evolución de algunas compañías fundadas por aquellos años y que tenían serios intereses en montar caminos de hierro por territorio leones. Tras aquellos momentosconvulsos y después de la Revolución de La Gloriosa, se sosiegan los ánimos liberales y se producen acuerdos y entendimientos entre las diferentes fuerzas políticas que en asuntos como el ferrocarril parece que llegarán a buena estación. Dentro de este entramado de proyectos, fusiones o compras de diferentes líneas,toma cuerpo la empresa Compañía Nacional de Ferrocarriles del Oeste de España creada bajo decreto del Directorio de Primo de Rivera como un intento de nacionalizar la red, cosa que ocurría más adelante con la Renfe.
Esta línea penetra en territorio leonés desde Benavente y tras pasar por Pobladura del Valle llega hasta Cebrones del Río y nuestro puente antes de alcanzar Astorga. Respecto a la construcción de esta estructura cabe apoyarse en un proyecto de 1882 por el que la compañía implicada fija la conveniencia de que sea un estructura en celosía muy tupida de hierro forjado, semejante a las innumerables obras pontoneras que se estaban realizando en toda la red ferroviaria peninsular de la época. El puente se terminó, al igual que el tramo de línea a la que daba servicio en el año 1896.

Características de la obra
El puente actual tiene una longitud de 112 metros y los apoyos se producen en amplios y potentes estribos originales a base de rellenos de hormigón en masa y chapados con excelente sillería de caliza de buena escuadría y disposición. También las dos pilas intermedias son originales y primorosas con altas basas de hormigón hidráulico reforzadas con piedra caliza de cara vista lisa o ligeramente picada y fustes del tipo tabique bien chapados en sillería y rematados en extremos con aristones en relieve que marcan la curvatura en cantos al modo de tajamares-espolones.Respecto al vigamen, señalar que está constituido por tres segmentos en U con una longitud para las de cabeceras de 32 metros y la central de 37,38 metros. El grueso de pilas es de aproximadamente 1,60 metros por lo que las luces de los 3 vanos adintelados es ligeramente menor a la longitud señalada de las vigas. La flecha o altura desde rasante hasta el nivel regular de aguas es de 4,50 metros. Estas vigas se componen de dos largueros en cada lado que se arriostran por medio de bastidores a base de palastros verticales asociados a perfiles oblicuos formando un ensamblaje típico de viga en celosía Pratt. El ancho de la estructura entre cordones de ambos lados es de 5,10 metros lo que permite espacio suficiente para la longitud de traviesas, ancho ibérico de carriles y un vial de inspección en cada lado.
Como es habitual, los laminado de acero que en este caso fabricó Duro Felguera, adoptan formas variadas que pueden ser planos o por medio de uniones, formar perfiles de sección en doble T, en I o en L, además de pletinas y multitud de chapas en forma de cartabones, cartelas, platabandas o cubrejuntas que, asociados a los perfiles, cruzamientos y nudos, dan resistencia y flexibilidad a toda la estructura, precisamente a base de un meticuloso cosido por medio de roblones de acero en caliente o en algunos casos, pernos de menor calibre debidamente remachados; no se observa tornillería de rosca o uniones de soldadura.
En los cantos del tablero se conforman dos viales de inspección de 1 metro de ancho cada uno a base de chapas de acero galvanizado antideslizante, probablemente de alguna actuación de los años 70 del siglo XX. En la parte interior de las celosías todavía subsisten las orejas o pasadores por donde se introducían los cordones de hierro que componías las barandillas, ahora desaparecidas.
Su aspecto es de completo abandono aunque la obra civil resiste al no estar sujeta a fatigas por tráfico ferroviario. No se necesitan demasiados esfuerzos económicos para poner en valor esta singular estructura actuando sobre alguna chapa de los viales, limpiar de óxido toda la estructura y repintar. Los apoyos de fábrica están en buenas condiciones. Se debe diseñar un paseo o camino que, desde Cebrones del Río se dirija al puente y su entorno, creando una zona ajardinada o de esparcimiento donde el puente se integre bien en un paisaje fluvial interesante. Dado que se trata de un monumento de obra públicahistórico o relevante, se debe señalizar en la carretera la dirección hacia el puente y clavar un panel junto a la obra que informe sobre su historia y vicisitudes. Para que el puente pueda ser observado en su plenitud se debe aclarar la tupida floresta del entorno, con entresaca de arbolado y limpieza de arbustos y matojos. Sigue siendo significativo el abandono de los organismos públicos, en este caso leoneses, que no intentan poner en valor y exhibir el interesante patrimonio histórico ya sea carreteril o ferroviario que atesora en sus múltiples calzadas y vías de ferrocarril.
Para llegar, la vía rápida más cercana es la A-6 (Autovía del Noroeste) por la que seguiremos hasta el PK 292 para continuar por la nacional radial N-VI sentido creciente odirección NW hasta las inmediaciones de Cebrones del Río donde antes de llegar a la población, a la altura de la calle del Apeadero, cogeremos en sentido S o a la izquierda una vía de tierra que nos llevará hasta esta obra tras cruzar bajo los puentes sobre el propio río Órbigo de la A-6.
http://loboquirce.blogspot.com/2019/06/puente-de-hierro-de-cebrones-del-rio.html