"Probitina, ¡qué vida de tanta desgracia!"

La UME, la Policía Nacional, el Juzgado uscaban los cuerpos de una madre y su hija, desparecidos que casi nadie las recordaba pero que guardan una de esas historias terribles

Fulgencio Fernández
27/03/2016
 Actualizado a 17/09/2019
Mari Trini Suardíaz Suero, la desaparecida que buscaban en Matadeón de los Oteros. | L.N.C.
Mari Trini Suardíaz Suero, la desaparecida que buscaban en Matadeón de los Oteros. | L.N.C.
Cuando la UME "tomó" Matadeón de los Oteros los vecinos de la tranquila localidad ‘del repetidor’ no sabían muy bien lo que ocurría, la mayoría de ellos ya ni recordaban al matrimonio que protagonizaba el desembarco, el de Mari Trini Suardíaz Suero y el portugués Antonio María da Silva, 18 años mayor que ella, que había vivido durante unos meses en los años 80.

Buscaban el cuerpo de Mari Trini y su hija Beatriz, de apenas unos meses, que había nacido en la Casa Cuna de la Gota de Leche de Gijón en junio de 1986. No estaba muy claro por qué esta mujer regresó con su marido, después de varios episodios violentos y una condena de tenencia ilícita de armas tan solo unos meses antes, pero fue "uno más" de los muchos regresos de esta joven con su maltratador y posible asesino. Sus vecinas dicen que dio la disculpa de que le dijeron las monjas de la Gota de Leche "que era lo mejor" pero, probablemente, sólo era otra disculpa más, no la primera, para volver con su maltratador. El hecho de que se perdiera la pista de Trinidad (Mari Trini) y su hija por estas fechas (desde1987 no se sabe nada de ella) hizo pensar a su familia y a los investigadores policialesque Antonio Maríapodía haberlas matado y enterrado en el sótano o en la bodega de la casa de Matadeón, pero allí no se encontraron los restos.

"Es la mujer de mi vida", decía, y logró que volviera con él;la encerró en una nueva casa, la de BerbesPuede estar en cualquier otro lugar pues la vida de esta asturiana fue un auténtico calvario, una sucesión de hechos desgraciados e incomprensibles, que nos llevan además a unos tiempos en los que la permisividad con la violencia en el hogar era mucho mayor que hoy.
"Probitina, ¡que vida!, fue muy desgraciada" fue la expresión con la que definía en La Nueva España la vida de Trinidad una de sus vecinas, Marité Cueli. Y es que su biografíano había sido precisamente fácil, incluso antes de conocer a Antonio María da Silva, en 1984, cuando ella tenía 22 años y él 40.

Trinidad Suardíaz nació en 1962 en la localidad asturiana de Bárzana (Villaviciosa). Hija de Gonzalo y Marujina tuvo que ver desde niña cómo su madre tampoco encontró en su padre al mejor marido y fue su madre —de la que los vecinos dicen que era "muy buena, muy buena" —la que tuvo que ser una de esas mujeres trabajadoras para sacar adelante a los tres hijos que habían tenido. Uno de ellos murió en accidente de tráfico y el tercero, que vive en Gijón, es quien denunció la desaparición de Trinidad.

Con este ambiente familiar, Trinidad fue enviada desde niña a vivir con su abuela Felicidad en Lué (Colunga), que trató de darle la mejor educación dentro de la precariedad en la que también vivía.

Recuerda Teté Lozano, que tenía una cantina en Lué, cómo apareció por el pueblo Antonio María, de oficio albañil, que había nacido en la localidad portuguesa de San Francisco de Asís, en 1944. No fue obstáculo la diferencia de edad, "conquistó a la abuela con sus halagos y a la nieta. Les regalaba bombones, las sacaba a las dos... Nos lo mandó Dios, llegó a decir la abuela".

En un viaje, él paró el coche, se apeó y lodespeñó con Trini y la abuela. Después las quiso quemarEl regalo de Dios, con el que se casó en enero de 1985 (el día de Reyes), estaba envenenado, pronto lo comprobó Trinidad. Y la abuela, puesse fue a vivir con las dos mujeres y Felicidad ya comentó a los vecinos su preocupación pues "escucho llorar mucho a la nena". De esta época es el primer intento de asesinato con las dos. En un viaje a Colunga paró en la carretera para hacer algo, dejó el coche enfocado a un barranco y se acabó despeñando. Incluso contaron que al ver que no habían muerto intentó quemar el coche. La abuela tuvo importantes secuelas y una evidente desconfianza hacia aquel "regalo de Dios". De hecho la abuela no regresó a la casa.

Y Trinidad temía por su vida y regresó a casa de sus padres, a los que no había invitado a la boda, pero que la recibieron en Bárzana, en la casa familiar a la que viajó con frecuencia Antonio María para convencer a Trinidad de que regresara a su casa. Marité Cueli recuerda que ella le tenía pánico y se escondía cuando le oía llegar, pero Antonio María era un zalamero. "Nos decía que era la mujer de su vida, así se lo contaba a mi padre, al que recurrieron para mediar y les dijo que no lo veía claro, que andaban todos los días a palos... Pero volvió con él".


Mensajes de socorro por la ventana


La llevó a Berbes (Ribadesella) y allí tomó la táctica que después usó en Matadeón. Y También Trinidad se defendió de la misma manera, tirando notas por la ventana en las que denunciaba que la tenía secuestrada. No se sabe muy bien cómo Antonio María compró una casa en Matadeón en 1982. Pero como en Berbes ya "se hablaba mucho" de que la tenía secuestrada vinieron para el pueblo leonés, donde los vecinos apenas la recuerdan pues nuevamente la tenía secuestrada. De nuevo una nota por la ventana fue su "salvación temporal". Da Silva fue detenido por "amenazas y tenencia de armas", en abril de 1986.

Vinieron a buscarla sus padrinos, José María y Trinidad, a quien debe su nombre, y Trini ya estaba embarazada de su hija Beatriz. Pasó unos meses en la casa familiar de Bárzanay fue a dar luz a la Casa Cuna de la Gota de Leche de Gijón. Después estuvo acogida por las Adoratrices de Gijón, fallece su madre Marujina... ye regresó a Matadeón, con su marido y posible asesino. Dijo a quienes la habían ayudado antes que "se lo recomendaron las monjas".

En junio de 1987 celebraron el primer año de vida de Beatriz... y nadie volvió a ver a Trinidad, salvo en el Juzgado de León.

Dio a luz en la Gota de Leche de Gijón y de nuevo la convenció para regresar... Se cree que las mató a las dos Y es que en esas fechas tuvieron dos juicios, los de amenazas y tenencia ilícita de armas. Al primero de ellos acudieron los dos, Antonio María y Trinidad, era julio de 1987. En septiembre no compareció la mujer y los investigadores creen que entre junio y septiembre asesinó a Trinidad y la niña Beatriz. Sí estuvo en el juicio Antonio María pues había sido detenido unos días antes. Cumplió dos años de cárcel, hasta noviembre del año 1989.

Y nunca más se supo de Trinidad y Beatriz. Antonio María regresó a Portugal, aunque en un interrogatorio policial anunció su intención de irse a vivir en Brasil.

La familia, Carlos el hermano de Trinidad, acudió en 2014 a La Nueva España a denunciar el olvido del caso de su hermana y su sobrina. Se reabrió el caso, se autorizó la excavación de la casa que fue de la familia en Matadeón de los Oteros... pero allí no estaban Beatriz y Trinidad.

Nada se sabe de ellas, pero todo apunta a un crimen de ‘El regalo de Dios’.
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