Principio y fin de Llamazares

El escritor de Vegamián firma este miércoles ejemplares de ‘Distintas formas de mirar el agua’ y la nueva edición de ‘El entierro de Genarín’ en la Librería Pastor

Fulgencio Fernández
01/04/2015
 Actualizado a 03/09/2019
El escritor Julio Llamazares se reencuentra este miércoles con sus lectores.
El escritor Julio Llamazares se reencuentra este miércoles con sus lectores.
En las páginas de ‘Distintas formas de mirar el agua’ no aparece el nombre de Vegamián y, sin embargo, todo el mundo sabe en León que el pueblo anegado es Vegamián; que el abuelo  al que echaron de su casa y no volvió hasta que no esparcieron sus cenizas sobre las aguas del pantano era de Vegamián. Todo el mundo sabe que Julio Llamazares también nació en Vegamián y que muchas veces ha reconocido que no tiene una respuesta a qué ha supuesto para él quedarse sin casa, sin pueblo, sin raíces, porque se las robaron. "Toda mi vida he tratado de responder a una pregunta inevitable que me hacían en las entrevistas: cómo había influido en mi vida y en mi escritura el hecho de nacer en un pueblo que estaba sumergido. Siempre contesté con evasivas, pero creo que esta novela es la respuesta. Aquí los personajes hablan por mí, y yo soy la suma de los flujos de conciencia de todos ellos".

La novela es su respuesta. Por eso mientras en escribir todas las anteriores había tardado años para ‘Distintas formas de mirar el agua’  sólo necesitó unas semanas... para escribirla, y una vida para pensarla.  

‘El entierro de Genarín’ fue  su primera obra en prosa; ‘Distintas formas de mirar el agua’ es su última novela Ahí está, en esa novela, el escritor que se quedó sin tierra como se quedó el protagonista de la novela. Después vino el chaval que conoció el valle minero de Sabero de ‘Escenas de cine mudo’, las historias de maquis en La Mata de la Bérbula de ‘Luna de lobos’, el abandono de una provincia olvidada y despoblada de ‘La lluvia amarilla’...

Yel joven poeta que arreglaba el mundo desde el Barrio Húmedo fue el que convirtió en su primera novela aquella historia que vivió junto al añorado Pérez Herrero, aquel entierro de Genarín   que acabó siendo su primera obra en prosa y un fenómeno editorial sin precedentes, en la modesta editorial leonesa Teleno, de efímera vida. "Del ‘entierro’ llegó a lanzar dos ediciones (de 3000 y 2000 ejemplares respectivamente. Se agotaron en solo seis días, los que duró aquel año la Feria del Libro de León, en cuyas casetas se vendieron todos los ejemplares y eso que en un principio algunos libreros se habían negado a acogerlos ‘por su carácter irreverente e irrespetuoso’ con la religión católica del mismo modo en que el Diario de León, el mismo periódico que lo reeditaría años después junto a otros varios libros de autores leoneses para conmemorar su primer centenario, se negó a dar noticia de él porque su director entonces consideró que ‘atentaba contra la Eucaristía’".

Toda mi vida quise responder a cómo me influyó el que un pantano tapara mi pueblo, esta novela es la respuesta Pese a esta polémica se agotó aquella edición y se agotaron todas las que han salido después en Endymión, de su amigo Moya, hasta el punto de que "los beneficios que fue obteniendo con las sucesivas ediciones le sirvieron para poder editar otros libros que a él le apetecía y no tenía dinero".

Aquella primera obra en prosa, ‘El entierro de Genarín’; y su última novela, un viaje a sus orígenes, han sido las últimas novedades de Julio Llamazares. Las dos acaban de ver la luz con una excelente acogida a nivel nacional y este miércoles (a partir de las 18 horas) firma ejemplares de ambas en la Librería Pastor de la capital, la histórica librería de la Plaza de Santo Domingo.
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