Presentación de 'Cercanos'

Por José Javier Carrasco

02/01/2024
 Actualizado a 02/01/2024
‘Small Ship-Bulding Game’ creado por Alma Siedhoff-Buscher. | L.N.C.
‘Small Ship-Bulding Game’ creado por Alma Siedhoff-Buscher. | L.N.C.

Al llegar al artículo 22 de la presente colaboración, ‘Cercanos’, en el que me refiero a los juegos en general y al juego del ajedrez en particular, sentí curiosidad por ver si existía algún juego que contase con 22 piezas. Consulté Internet y me encontré con la sorpresa de que en 1923, la diseñadora alemana Alma Siedhoff-Buscher (1899-1944), que formó parte de la Bauhaus, creó en el taller de escultura de dicha escuela un juego para niños, el ‘Schiffbauspiell’, conocido también como ‘Small Ship-Bulding Game’, formado por 22 piezas de madera: «Alma Siedhoff-Buscher satisfizo las demandas de Walter Gropius de un producto que fuera atractivo y que pudiera fabricarse industrialmente con este juego de construcción. Logró desarrollar un juguete apto para niños que ofrecía tanto la posibilidad de imitación como el libre desarrollo creativo. Los 22 componentes de ‘Juego de Construcción de Barco Pequeños’ se mantuvieron en colores alegres. Los colores Bauhaus de rojo, amarillo y azul se complementaban con verde y blanco. Cuando se organizaban como un rompecabezas sólido, los componentes forman un bloque rectangular completamente cerrado equivalente a la caja de cartón. El ‘Juego de Construcción de Barcos Pequeños’ todavía se produce hoy». Tuve una idea y  me pareció que los 22 artículos escritos – todos  de 666 palabras con tres apartados de 222 palabras cada uno, también una forma de jugar –  podían funcionar igual que las piezas diseñadas por Alma Siedhoff-Buscher, y en lugar de escribir  26 artículos, como me había propuesto en un principio, decidí prescindir de cuatro de ellos y dar a esta que será mi última colaboración en La Nueva Crónica –  al menos en este formato de artículos que se extienden a lo largo de seis meses, ya que nuevos proyectos, como un ensayo sobre prensa, ocuparán, espero, mi tiempo – la apariencia de un juego abierto de veintidós artículos equivalentes a las piezas del ‘Small-Bulding Game’.  Por otra parte, en el fondo se trata de romper con la rutina – sea la de colaborador habitual por seis meses de un medio de comunicación, pasando a cinco–, práctica que es, de alguna manera, aconsejable, aunque solo sea para dejar lugar a nuevas voces o probar experiencias distintas. 

Quedan en el tintero los cuatro artículos que no he escrito y declino para otra ocasión propicia. Según el esquema de ellos, el primero se referiría a puentes incluyendo menciones a la película ‘Los puentes de Madison’ y a los artículos de Luis Solera Selvi sobre puentes de hierro en la provincia, en la sección ‘Cazando Puentes’,  publicados en LNC; el segundo al origen de la escritura, con una referencia a la sugestiva obra de la escritora Irene Vallejo, ‘El infinito en un junco’, y otra al artículo de David Rubio ‘Ventanas a poniente’ con motivo de la inauguración de la casa museo de Antonio Pereira en el Paseo de Papalaguinda; el tercero, al Camino de Santiago y su alternativa, La Vía Küning, donde haría alusión al libro ‘Gargoris y Habidis’ de Fernando Sánchez Drago además de a un artículo del colaborador de LNC Xuasús González, ‘A Santiago, por Porqueros’ (mi pueblo, así que todo quedaba en casa), publicado el 19 de agosto de 2020; para terminar con un artículo dedicado a la fotografía, con dos reseñas, una al trabajo de Alberto García-Alix, ‘Fantasías en El Prado’ y otra al libro ‘La máquina de visión’ de Paul Virilio.

Solo queda por explicar el título de la colaboración, ‘Cercanos’. Mientras paseo o voy de un lugar a otro a hacer algún recado, a veces levanto la vista del suelo y poso la mirada en las caras de las personas con las que me cruzo para encontrarme por lo general con expresiones concentradas y distantes, cuando no manifiestamente frías. Sorprende por eso que, en raras ocasiones, nos encontremos con una expresión de proximidad, cercana, en la que cabe un cierto reconocimiento, generalmente de personas mayores sentadas en un banco. No sé si la edad distorsiona las cosas pero creo que antes esas expresiones eran más comunes, más fáciles de encontrar en cualquier edad. Agradeciendo esa cercanía de gente extraña que parece desearte un buen día, desde algún punto de su cerebro, elegí ese título de ‘Cercanos’ en un mundo donde las cifras de personas que viven solas no dejan de crecer, quizá una de ellas contemplándote con simpatía haga por un momento tu día más pasadero. Con esa misma intención han sido escrito estos artículos que dedico a todos los solitarios cercanos con los que nos cruzamos a diario. 

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