Hoy su centro de comarca, Santa María, que tuvo varios bares, no dispone de ninguno y hay que acercarse a Callejo para encontrar el más cercano.
La ruta que se presenta se basa en la elaborada por Cuatro Valles, de nombre ‘La Tierra de Ordás’ que se encuentra muy bien señalizada, aunque convendría dar un repaso a determinados postes que están en el suelo o en un equilibrio muy precario.
Da comienzo la ruta en la localidad de Santa María de Ordás, desde donde hay que salir en dirección noroeste, cruzar la carretera que viene de Callejo de Ordás y seguir por el viejo camino de Formigones que discurre por el valle del arroyo del mismo nombre.

El camino continúa y comienza el descenso del desnivel que se ha subido hasta el momento, en principio entre árboles, para continuar por zona más abierta, alternando las partes sombrías, con las más soleadas. Al final se baja a la vega y tras pasar unos abrevaderos en desuso, se sale a la carretera que va de Riocastrillo a Callejo, localidad donde se entra y se pueden contemplar sus casas bien cuidadas, así como la espadaña de la iglesia con su acceso al campanario. Se toma el camino que sube al lado del campanario y llega hasta una fuente. Desde allí se sigue hasta llegar a la carretera que se cruza y después ya se va por camino de tierra y tras cruzar el arroyo, en un cruce se sigue por la derecha que va a subir a la parte alta, para poco después llegar a otro cruce, donde se continúa recto por detrás de un monte solitario en cuya cumbre hay un repetidor, en la zona de las Floridas, y cuando el camino baja y se ve a lo lejos la Torre de Ordás, hay que seguir por la izquierda para llegar a la carretera, que no es otra cosa que un camino asfaltado, desde donde parte un camino que va hacia la Torre de Ordás, que se ha ido viendo en la bajada. Solamente diez minutos se tarda en hacer el corto recorrido hasta la torre, que representa el símbolo de la vigilancia para la defensa de la zona en tiempos peligrosos. Es un lugar abrupto y la torre domina toda la vega, lo que representaba conocer las posibles incursiones del enemigo y prepararse para hacerle frente.
Tras visitar la torre se vuelve hasta la carretera por el mismo camino y tras llegar se sigue el tramo final hasta entrar en Santa María por el lado opuesto al que se salió en el inicio, finalizando así la ruta.