El ayuntamiento Valdepiélago dispone de una amplia zona para llevar a cabo rutas muy variadas lo que comenta en su página web, incluyendo las más características y aparte explica que es posible hacer otras muchas, porque el territorio así lo presenta el entorno, un amplio espacio con valles y montañas, así como excelentes lugares y senderos para caminar, además de elementos singulares que producen la roca y el agua, como cascadas y ascensiones a cumbres especiales, recuerdos de guerras pasadas, de caminos de antiguas civilizaciones, recorridos hasta altivas ermitas, todo ello es posible ver en estos lugares.
En rutas anteriores se ha hablado de la Peña Morquera y sus trincheras, de los gallos de pluma con un recorrido por los lugares donde se crían, de suaves montañas que se ascienden recorriendo bosques de todo tipo, como la Peña Galicia, el pico Pradollano, el Valdorria y el pico Muelas. La ruta que aquí se propone se lleva a cabo por las faltas de esta última cumbre.
La posibilidad de iniciar la ruta se encuentra en la localidad de Valdepiélago, concretamente al lado del puente medieval, donde hay fuente y aparcamiento, o bien al ser circular se puede iniciar en Ranedo, aunque resulta más complicado aparcar y la carretera siempre se va a tener que recorrer.

Desarrollo de la ruta
Comienza la ruta en la localidad de Valdepiélago, bien cerca del ayuntamiento o bien al lado del puente que va a Ranedo, donde hay buen sitio para aparcar y una fuente. Se cruza el puente de piedra para salir a la carretera local LE 3610, que coincide con el camino olvidado y se continúa por ella con mucho cuidado hasta llegar a la localidad de Ranedo.
Pasada la segunda calle a la izquierda se toma la tercera, y cerca del desvío se encuentra una fuente. Continuando por esa calle se va a subir, primero en dirección Este y más tarde en dirección Norte saliendo de la localidad de Ranedo por el camino a la derecha donde se puede ver un panel informativo de la asociación ornitológica TRINO y ya fuera del espacio habitado el camino sube con excelentes vistas del valle de la Vecilla a la derecha.
El camino llega a una fuente con abrevadero y a continuación se toma el desvío a la izquierda en ascenso, para poco después tomar otro desvío a la izquierda que va por un camino herboso y a continuación entra en el encinar de Ranedo, objetivo de la ruta y un espacio interesante y singular con árboles llamativos como «la Encinona» que se encuentra atacado por los elementos, pero aún mantiene su corpulencia. Hay masas de encinas muy interesantes, sobre todo por la sombra que ofrecen en los calurosos días de otoño.

Desde la salida de Ranedo se camina siempre ascendiendo con la excelente vista al valle de la Vecilla y sus localidades, en especial la Matica y los murallones de la Peña Morquera, la cumbre del pico Valdorria y Peña Galicia que se alternan en el paisaje.
El camino es bueno y el desvío a la Encinona es un sendero de casi 50 metros.
Al llegar a la parte más elevada del encinar la vista supera a lo que se ha ido contemplando y se puede perfectamente hacer una parada, pero no se va a descender directamente al valle, sino que se va a continuar por el camino dejando atrás el encinar e introduciéndose en un robledal de jóvenes cajigos por un buen camino.
Tras hacer una bajada no muy acusada el camino llega a una bifurcación: Si los niños van ya cansados se puede bajar directamente por el buen camino al lado del arroyo de la Mata Redonda; en caso contrario, lo más normal que no estén demasiado cansados. porque la ruta no es demasiado exigente, se sube un tramo pequeño por buen camino en el robledal y más tarde se llanea, hasta llegar a un desvío que hacia la derecha sube al collado Zamorano, aunque en ese punto se va a continuar por el camino.
Solamente queda seguir la amplia pista que tras una revuelta retoma la parte baja del arroyo y continuamente en descenso, entra en las edificaciones de la parte alta de Valdepiélago para, tras un corto recorrido por este barrio, salir a la carretera, andar un tramo pequeño y llegar al puente, donde, tras cruzarlo se puede dar por finalizada la ruta, una ruta cómoda y sencilla que pueden hacer muy bien los niños.
