"Pienso que el movimiento da a la pieza una cierta naturalidad"

"Calder me entró por los ojos y me está saliendo por las manos" es una frase recurrente que sirve al leonés Jesús Martínez para explicar su vínculo con el arte, dada la trascendencia que tuvo la visita a una exposición del escultor estadounidense Alexander Calder para su vocación. No obstante, no es este el título de la pieza presentada este miércoles  en el Camarote Madrid, como se anunciaba en la nota remitida a los medios, sino ‘Impermanencias 1975’, un título que, asegura el artista, transmite un concepto positivo, aunque el término pueda sugerir lo contrario, que hace referencia  a los cambios que nos influyen en todos los órdenes de la vida, incluso desde antes de nacer, porque el propio nacimiento es un cambio para este artista autodidacta que ha encontrado en el movimiento su principal seña de identidad. "Me gusta el movimiento porque da a la pieza una cierta naturalidad", sugiere Martínez, que ha hecho acompañar al título de ‘Impermanencias’ el año de su nacimiento, 1975, "por tratarse del primer cambio del que he tenido conciencia, aunque tampoco sea realmente cierto", señala este escultor, que no ve demasiada simbología en el conjunto de círculos que conforman su obra, con un gran círculo negro que enmarca a los otros cinco que representan a los sentidos.