Tras un análisis de conservación y una investigación exhaustiva para valorar la colocación de la pieza instrumental dentro del edificio de Gaudí, el centro museístico permite a sus asistentes disfrutar de este instrumento del siglo XX.
La donación oficial se produjo este viernes, 24 de noviembre, y desde entonces ocupa un espacio en la recreación de la vivienda de Don Mariano Andrés, localizada en la segunda planta del Museo Casa Botines. El piano de la casa Priu Mallard y Cía, donado por la familia leonesa Tomé Fernández, está construido de madera lacada en negro y cuenta con dos candelabros de metal dorado en la parte frontal, que estarían destinados a sujetar unas velas que posibilitaran el uso del instrumento cuando aún no existía luz elécrica en las viviendas.
Este tipo de pianos, de pequeño tamaño y fácilmente transportables, se hicieron muy frecuentes a finales del siglo XIX y principios del XX en España, momento de esplendor de la práctica pianística. Las mujeres de la burguesía desde niñas eran instruidas en música, canto y piano, así como en dibujo e idiomas, ya que estas disciplinas se entendían como ideales civilizadores femeninos, y fue la principal ocupación de las mujeres de las clases acomodadas durante muchas décadas. Y por este motivo casi todas las casas burguesas tenían un piano. Es por eso, que este piano encaja dentro de la recreación de la vivienda de Don Mariano Andrés.
La donante, firmó junto al director del museo, Raúl fernández Sobrino, el protocolo oficial de la donación, antes de recibir el carné de amigos del centro. La iniciativa se enmarca en las estrategias de fomento de patrocinio y mecenazgo, así como de colaboración social que el Museo viene desarrollando desde su fundación en 2017 y que se han sustanciado en numerosas aportaciones y colaboraciones que mantuvieron alguna relación con el emblemático edifcio a lo largo de su historia.