Con nada más que sus manos desnudas y unos ojos de madera, la compañía holandesa Lejo, cuya cabeza visible es Leo Petersen, ha creado un estilo fresco y único de teatro de títeres y marionetas, como el público asistente este miércoles al anfiteatro de la plaza de San Marcos, donde se vienen celebrando los espectáculos del Festival Titirimundi, pudo comprobar con la contemplación de ‘Manos arriba’, un espectáculo familiar, animado, sin palabras, pero lleno de música, humor y ternura.
En escena aparecen, a gran velocidad, los seres más extraños: un perro bravucón, un músico vago, dos bailarines de claqué, un pianista hiperactivo, un pinchadiscos chulo y hasta un coro entero de niños. Especiales, divertidos y enternecedores personajes que son todo manos y ojos. A través de breves escenas, cada uno de ellos vive locas y divertidas aventuras con una banda sonora de fondo que abarca desde música clásica hasta el house. El público muy pronto se olvida que en realidad está mirando dos manos.