Perdonen que no me levante

Las esquelas y epitafios como fuente de información y curiosidades

Fulgencio Fernández
01/11/2015
 Actualizado a 19/09/2019
Una de las curiosas esquelas recopiladas en este reportaje de Fulgencio Fernández.
Una de las curiosas esquelas recopiladas en este reportaje de Fulgencio Fernández.
Es curioso, e inevitable, siempre que se habla de epitafios, esquelas... surge el más famoso de todos, digno de su ‘dueño’, el gran Groucho Marx. Siempre se repite la frase de su lápida:«Perdonen que no me levante», dicen unos, o «señora, perdone que no me levante», para otros. Pueden decir lo que les apetezca pues en la ‘agitada’ tumba de Groucho (su cuerpo fue robado y recuperado)no pone nada, sólo su nombre y una estrella de David, por su condición de judío.

¿Leyenda urbana? Realmente hay una justificación;sí es cierto que en una entrevista le preguntaron qué epitafio le gustaría para su tumba y sí dijo esa frase que después no puso. Como tampoco se cumplió la otra petición que hizo, ser enterrado en un nicho encima del de Marilyn Monroe. Ytampoco está en la lápida de su suegra el que dijo, en otra entrevista, que le gustaría poner:«¡RIP, RIP... Hurra!».

Pero sí hay otras que son verdad. Sin ir más lejos hace tan solo unos días que la prensa leonesa recogía la esquela de Quiterio Corral Díez, vecino de Yugueros (municipio de La Ercina), donde era conocido como ‘El Capi’. La esquela, que informaba de su fallecimiento a los 66 años añadía:«Viví como quise, morí como pude».

Yquienes le conocieron, como los mineros que acudieron al ‘Encuentro con sondistas’ en el MSMde Sabero esta semana aseguraban que «era la pura verdad», a alguno le había enseñado incluso la libreta en la que llevaba apuntado lo que se debía poner en su esquela. Yaunque en las esquelas rige el principio de que «el que paga, manda» en este caso sólo era la plasmación de la filosofía de vida de El Capi, fumador incluso cuando estaba poniendo la químio, entre otras aventuras.

Como la de Quiterio hay otras muchas esquelas y frases lapidarias absolutamente reales. En algunas son los propios amigos los que le gastan una broma, como le hicieron a Pancracio Juvenales:«Buen esposo, buen padre... mal electricista». Nadie es perfecto.

"Viví como quise, morí como pude", lo llevaba escrito en su libreta ‘El Capi’ de Yugueros... Y así salió La periodista Nieves Concostrina, que ha escrito varios libros sobre el tema, recuerda las que más le han llamado la atención:«Un epitafio de Valencia no me lo podía creer: ‘Aquí yaces, y haces bien. Tú descansas, y yo también’. Le dimos un premio, claro. Los hay sentidos. Simpáticos, como uno de Extremadura: ‘Pepa, hasta luego’. Uno en la Almudena, de restos de un esqueleto, que dice: ‘Por fin’. A ver cómo lo interpretas...  El falso de Groucho Marx sí existe, pero no en su tumba, a un hombre canario parece que le gustó y lo puso en su sepultura. En Barcelona hay una lápida que dice: ‘Hasta llegar aquí, todo fue bien’, en catalán».

Pero el gran estudioso de los epitafios y las esquelas es un leonés, profesor de la Facultad de Periodismo de grato recuerdo para sus alumnos, Bernardino Martínez Hernando, de Mansilla de las Mulas. Lleva muchas décadas coleccionando esquelas curiosas, políticas, irónicas, históricas... y las ha estudiado. «Las esquelas de defunción figuran en los periódicos como sección especial. En realidad es sección publicitaria. Con todas las consecuencias. Sin embargo, no admite un análisis meramente publicitario: la carga informativa de las esquelas de defunción es tal y tanta que exige un análisis en el mismo nivel de las secciones de información y opinión del resto del periódico. Las esquelas de defunción se convierten así en paradigma del periódico entero. En ellas, además, se cobija el aspecto más humano del periódico» escribe como encabezamiento de su estudio ‘La muerte mensajera. Las esquelas de defunción como elemento informativo’.

Allí recoge «de todo». Como varias esquelas, del ABCpor supuesto, en las que el mayor espacio es para el nombre, pues así lo requieren fallecidos como Doña Socorro María de Malpica González de Romo de Rojas y Asconegui de Capriles (ABC, 20-XI-1962)o  Don Fernando Fernández-Monzón de Altolaguirre Carrión y Gavarret-von Böhrreichenau (ABC, 31-I-1997).
Otros ‘se gustan’ en la profesión. Así lo hizo Don Carlos González-Serrano, trabajador -escritor y soñador (ABC, 18-III-1989) y mucho más escueta fue Doña Paula Calero Monterrubio, madre abnegada (ABC, 31-V-1998).

Ahora bien, gustarse-gustarse, el Excelentísimo Señor Don Luis Coronel de Palma, marqués de Tejada.
Embajador de España /Abogado del Estado /Notario que fue de Madrid /Académico de número de la Real de Jurisprudencia y Legislación /Miembro de número del Instituto Mexicano de Cultura /Ex gobernador del Banco de España /Ex gobernador suplente por España del FMI, Banco Mundial y Banco Interamericano de Desarrollo /Ex director general del Instituto de Crédito de las Cajas de Ahorros y de su Confederación Española /Collar de la Real e Insigne Orden de San Jenaro... y otras 40 lineas con las que no les voy a torturar. Bien podría ser él el autor de la vieja reflexión:«Siempre miro las esquelas para ver si salgo, el día que salga seguro que no la miro».
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